La destacada profesional está por cumplir 25 años de carrera en el mundo de las transacciones financieras.
Solidaria, madre de tres hijos y amante de los viajes es la vicegerente de fideicomisos y negocios estructurados de Banco Lafise.
Tegucigalpa. De niña admiraba las pasarelas, tendencias y diseños, pasión que hizo encajar de manera perfecta con el estudio y la práctica de las matemáticas.
-Yo como estudiante disfruté las matemáticas. Una de las cosas que me motivó a estudiar ingeniería y luego forjar una carrera en la banca fue precisamente eso, me encantan los números-.
A su encanto con las ciencias exactas le sumó cualidades que la hacen única y que la han llevado a alcanzar la cima en sus proyectos personales y profesionales como; su permanente alegría, optimismo, y don de servicio.
Esta es la definición corta sobre la vicegerente de fideicomisos y negocios estructurados de Banco Lafise, Vivian Graciela Rodríguez Rivera, pues hay que sumarle además su fascinación por los viajes, y su amor por la familia.
Sin olvidar el apego que tiene con sus tres perros; Volky, un Golden Retriever que califica como amoroso, Koke, un French Puddle Toy, que considera noble y cariñoso y Cookie, una Yorkiee Tea Cup.
De 1.63 metros, con hermosos ojos color café es Vivian quien asegura que le encanta la innovación y la versatilidad aplicadas desde su manera de verse, vestir y en el ejercicio de su profesión.
El buen vestir y los viajes pendientes
Según la ocasión, el lugar donde estará y el ánimo así surge la combinación de piezas para los bellos conjuntos que viste en su día a día.
Para adquirirlos tiene diversas formas sea en línea, en tiendas, o mediante pedido a un diseñador.
-Soy amante de las combinaciones que me permitan manejar piezas o accesorios neutros y elegantes-.
Son esos atuendos que muestra en su rol de alta ejecutiva en el sector de la banca hondureña, así como cuando le ha tocado viajar por más de 30 países, y que lucirá al cumplir sus viajes pendiente por Australia y la parte nórdica europea.
Nombramiento inesperado
Resaltar a Vivian solo por la moda y los viajes resultaría una ingratitud, pues para alcanzar el puesto que ostenta ha tenido que pasar horas y horas tras un escritorio hasta alcanzar los mayores rangos en el mundo de la banca hondureña.
Son decenas de anécdotas por contar desde sus inicios, pero una la marcó para siempre -A partir de hoy eres la nueva Gerente Regional de Banca Corporativa-.
Aquellas frases que entraron desde su nervio auditivo hasta su cerebro le dieron una sacudida emocional que Vivian aún no sabe como logró contener y continuar en la oficina del Presidente Ejecutivo del entonces banco BGA sin haberse desmayado.
-Me temblaban las piernas, sentía que estaba soñando, tuve incertidumbre- miedos propios de una jovencita de 26 años que apenas había estado tres años de estar en la institución financiera.
Sumado a que el cargo que le asignaban requería de alto compromiso, pues a su cargo estarían personas que habían sido sus jefes estando en otras áreas del banco.
-Emprendí el trabajo haciéndolo y aprendiéndo, no fue nada fácil porque uno nunca está preparado para afrontar cambios de la noche a la mañana, esa experiencia marcó mi vida profesional y personal-.
Poco a poco, con el paso del tiempo se abrió caminos más amplios y de mayor responsabilidad en el mundo de la banca hondureña -aprendí que dirigir personas es hacer que todos armonicen día a día, y que con el esfuerzo que cada quien se logre la melodía correcta.
Su experiencia le ha dictado además que las unidades que estén bajo su dirección merecen respeto, y ser escuchados para orientarlos e integrarlos.
¿Cómo llegó al mundo del sistema bancario?
Su formación académica universitaria fue en el área de la ingeniería industrial, conocimientos que desde ya le brindaban herramientas sobre la forma más adecuada de integrar prácticas, funciones para el manejo de recursos humanos, sistemas financieros y la productividad.
Pero a la par acumulaba cierta experiencia, ya que mientras estudiaba también trabajaba, primero allá por 1995 fue aceptada como vendedora de automóviles en una concesionaria del país y luego en el sector de las maquilas.
Luego una tía me dijo -deberías probar entrar a la banca- y por iniciativa de su pariente un tiempo después era recibida por el Gerente Nacional de Negocios del Banco Capitalizadora Hondureña, S.A. (BANCAHSA).
De ese encuentro laboral surgió su contratación inmediata -ese fue el comienzo de una carrera bancaria de la cual me enamoré, que amo y disfruto día a día-.
Al ser contratada y por no tener conocimientos amplios sobre el mundo financiero, pasó un mes en jornadas de inducción aprendiendo sobre cada una de las áreas de la institución bancaria.
Primero estuvo en el área de caja, contando el dinero que recibía la cajera titular con sus ojos y cerebro, y tratando de grabarse los pasos que requería ese puesto, pues no le dieron espacio para que atendiera a los clientes, solo miraba lo que hacían los demás.
Después pasó por las áreas de atención al cliente, y las gerencias donde cada departamento le dejaba lecciones por aplicar y también ideas para transformarlas.
Pero, el puesto que ocupó de manera formal fue en el área de atención al cliente, donde a diario atendía a las personas que demandaban de servicios adaptados a sus necesidades, este asignación le llevó a alcanzar mayor experiencia.
Fusión de bancos
Años después llegó un nuevo reto profesional a su vida al ser elegida para formar parte del equipo especializado que se integró para el proceso de fusión de BANCAHSA con el Banco Ahorro Hondureño S.A, de donde surgió el Banco Regional de grupo Banistmo (BGA).
Con la nueva figura legal de la institución que recibía y prestaba dinero, se presentaron cambios importantes y le fue asignada la silla de Gerente Regional de Banca Corporativa, ese cargo que al momento en que fue notificada le hizo temblar hasta la médula.
En 2007 se despide del empleo en BGA para integrarse a las planillas del Banco Lafise ocupando el rango de Vicegerente donde se encargaba del área de la banca corporativa, Internacional y de fideicomisos.
Con la nueva entidad dedicada a trabajar con dinero escaló de forma rápida hacia un nuevo rol alcanzando la Vicegerencia de Fideicomisos y Negocios Estructurados, reto mayor que le conlleva a permanecer en constante actualización.
-Este nuevo puesto ha sido prácticamente una nueva especialización, con alto componente jurídico que me reta a actualizarme de manera permanente-.
Son 22 años de impecable trayectoria los que ha alcanzado en puestos de alta gerencia, y 25 que está por cumplir desde su primer trabajo en la banca, mundo que considera interesante porque se logra tener una visión integral de diferentes sectores de la economía del país.
-En mi caso laborando para grupos financieros Internacionales he logrado ver sectores económicos de otros países, un aprendizaje sumamente interesante-.
Su secreto del éxito
El miedo a fracasar o cometer un error siempre reaparece con cada proyecto según Vivian, pero se atreve a sacarlo adelante como si se tratara de construir un sueño.
Y se vale de quitar las excusas, formar equipos de trabajo adecuados, contar con asesorías de expertos en la materia y sobretodo ponerlo en manos de Dios.
-El secreto está en no dejar de soñar y en saber que el éxito ocurre cuando tus sueños son más grandes que tus excusas, por tanto mi misión de vida es vivir el ahora, soñar cada día y cero excusas-.
También considera que ha tenido la bendición de contar con equipos de trabajo enfocados al cumplimiento de metas y objetivos. -He tenido la bendición de contar con colegas y jefes que me han permitido aprender día a día-.
También su familia le impulsa a seguir construyendo una intachable historia en el mundo de las finanzas.
Maternidad entre el ajetreo gerencial
En los primeros años de su carrera en la banca, aunque fue difícil, logró sortear con éxito su papel de madre, pues al mismo tiempo en que ganaba experiencia con los movimientos bancarios aprendía sobre los biberones, papillas, cambio de pañales y visitas al pediatra.
Son tres varones los que se formaron en su vientre; Sebastián (23 años), Gabriel (21 años) y René (18 años). Los retoños que representan el amor más sincero y puro de Vivian, -les amo con todo mi corazón y son quienes me inspiran cada día a ser mejor y luchar para apoyarlos a que cumplan sus sueños-.
Son los niños que con el paso de los años crecieron al grado que los primeros en haberla convertido en madre viven fuera del país, y el último en unos meses también saldrá de casa para estudiar en el extranjero.
-Sin embargo la conexión, el amor, y la calidad de tiempo entre nosotros siempre están y estarán eternamente-.
Sus pilares más fuertes
En su carrera de madre y profesional le han acompañado tres seres que han sido sus principales bases, que no le han entregado el corazón porque no se puede y son sus papás y su nana.
- Mi padre Saúl Rodríguez, es abogado y mi madre Graciela Rivera, es contador público, ambos están Jubilados-, de quien le fueron heredados valores como trabajar de manera incansable, la responsabilidad, perseguir sus sueños y el amor al prójimo.
-Mi nana Gloria Chávez, que es una segunda mamá, pues me cuidó desde que tenía un año-, además de cuidar a sus hijos.
En casa también contó con el amor de sus dos hermanos ahora graduados como ingenieros.
El dueño de su corazón, aunque no es el padre de sus hijos, el doctor Carlos Echeverría es también su otro hombro de apoyo, -es mi muralla china, es un gran esposo al que amo profundamente, un amigo incondicional, una verdadera inspiración y apoyo en mi vida-.
Nuevos sueños por conquistar
En la actualidad -estoy planteando estudiar y aprender una orientación nueva que me permita lograr nuevas experiencias y replantearme nuevos retos-.
Además desde la perspectiva personal -disfrutar mi vida mientras vaya ocurriendo, entendiendo de manera permanente que lo que tengo y recibo viene de Dios-
Siguiendo su vida sin proponérselo en el ejemplo de la Reina Isabel II, de Inglaterra, de quien es admiradora por considerarle una mujer líder, con un legado humanitario significativo que incluye hasta la preservación del ambiente y la fauna.
Definitivamente un ejemplo de perseverancia, inteligencia y elegancia, mi deseo de que siga luchando por sus sueños y anhelos. que carrera más exitosa.