Solemnidad, devoción, fe y arte religioso que invita a la reflexión presentes en el Vía Crucis de la iglesia El Calvario

Miles de fieles católicos se concentraron en las calles del barrio Villa Adela para participar de la tradicional procesión. Penitencia, sacrificio, reflexión, y oración marcaron el recorrido en el que se recuerda los últimos momentos en que Jesús permaneció en la tierra proclamando el mensaje de amor y entrega plena para redimir al mundo.

Comayagüela. Una impactante recreación del sufrimiento de Jesús camino a la crucifixión y de un recordatorio sobre las razones que lo llevaron a morir en la cruz resume al Vía Crucis que realizaron jóvenes y adultos de la iglesia El Calvario, en Comayagüela.

Un drama impregnado de realismo, donde los actores personificaron a unos despiadados soldados romanos, a un Jesús flagelado, a una madre María desgarrada por el dolor, a un Judas que se colgó de un árbol tras haber vendido al maestro, y a un demonio que enmedio del Hijo de Dios celebraba ante lo que para él era un triunfo, pero momentáneo, ya que no esperaba que se cumpliría la promesa de resurrección.

En cada estación los actores mostraron sus dones para invitar a los presentes a la reflexión sobre lo que paso hace mas de dos mil años camino al Gólgota.

Fueron 15 estaciones, los espacios en que basados en las lecturas bíblicas, los actores y actrices hicieron saltar las emociones de la feligresía, unos estuvieron al borde del llanto y otros fueron llamados a la reflexión.

Los momentos mas solemnes: las caídas del Nazareno, el encuentro con su madre, su muerte en la cruz. Cada uno de estos detalles fueron estructurados en la dramatización como si se tratase de una réplica casi fiel de la Vía Dolorosa.

De principio a fin durante la procesión, niños, adultos y jóvenes fueron testigos de una extraordinaria manera de llevar el evangelio al pueblo de Dios y de recordar como el Hijo de Dios ofrendó su vida para el perdón de los pecados del mundo.