Roberto Palacios: uno de los genios de la cocina y la pastelería internacional, herencia de un país cinco estrellas
- hondurastrascenden8
- 15 jun
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Su más grande sueño es abrir su propio restaurante. Forma parte de Técnics Chef Costa Rica, un grupo de profesionales de la gastronomía de la nación centroamericana.
Ha prestado servicio en aperturas de franquicias de comidas rápidas, de hoteles en Honduras, El Salvador y Costa Rica. También ha realizado programas televisivos de cocina, así como Podcats relacionados con la gastronomía.
Tegucigalpa. En los fogones hondureños se cocinaron los sabores que hoy posiciona entre la gastronomía internacional. Un profesional del arte de la buena mesa que con su trabajo extiende, donde se presente, su mejor carta de presentación.
Uno de los genios de la cocina profesional y la pastelería, que ha conquistado paladares en su tierra natal, y países centroamericanos. Con más de 30 años de experiencia como jefe de cocina e instructor gastronómico.
De gran creatividad e imaginación para lograr una armonía única, entre sus propuestas culinarias y sus creaciones dulces, es el chef catracho Roberto Palacios Aguilar.
Entre su formación destaca estudios en Honduras a través del Instituto Nacional de Formación Profesional-INFOP, Instituto Nacional de Aprendizaje, y Hotel Escuela Madrid.
También ha recibido talleres en Guatemala y El Salvador. Y en la actualidad forma parte de Técnics Chef Costa Rica, un grupo de profesionales de la gastronomía de la nación centroamericana.
Sumado a ello, como parte de su talento creativo y desenvolvimiento ha prestado servicios en aperturas de franquicias de comidas rápidas, así como en hoteles en Honduras, El Salvador y Costa Rica.
También se ha desempeñado como productor de programas televisivos de cocina, así como Podcats relacionados con la gastronomía en Costa Rica, país donde reside desde hace más de 29 años.
Logros académicos
Se tituló como Chef de Cuisine y Pâtissier, “gracias al Consejo Nacional Gastronómico”.
Esta formación le lleva a estar preparado para gestionar y organizar la cocina de un restaurante, y su especialidad abarca una amplia gama de conocimientos culinarios y habilidades en diversas áreas, como la cocina internacional, pastelería, panadería, entre otras.
Enfatizó además que le ha llevado a formar parte de Tecnics Chef , integrada por más de 200 chefs y cocineros, tanto reconocidos como emergentes, con quienes comparte conocimientos.
“Mi profesión me ha dado muchas satisfacciones, una de ellas conocer grandes cocineros a nivel internacional, trabajar de la mano con grandes chef”, reconoció.
En la actualidad se dedica a la docencia en el área de cocina, y manifestó que una de sus mayores satisfacciones es ver a sus alumnos posicionarse en grandes hoteles y restaurantes, gracias a los conocimientos adquiridos para manejar una cocina.
Experiencias únicas
Sus propuestas innovadoras, mezcla de técnicas y sabores le han abierto oportunidades únicas en su carrera como cuando le ha tocado cocinar para funcionarios consulares, en cócteles de la Cámara Hondureña Costarricense, en la Cámara de Comercio, Industria y Turismo, la Fundación Mujer y organismos internacionales.
Pero también se siente orgulloso y feliz de realizar trabajo de voluntariado para organizaciones sin fines de lucro.
“En 2016 el doctor Antonio Solano me invitó a hacer voluntario para una fundación de niños con VIH, y me gustó lo agradecido que son los pequeños con detalles tan simples como un cuaderno y un lapicero”, manifestó.
También ha colaborado para la Casa Hogar de la Esperanza que ayuda a población en situación de calle. “Soy voluntario para un programa llamado Pozo con Amor, que con la ayuda de un amigo Odontólogo brindamos ayuda a niños o personas de bajos recursos económicos”.
Estas experiencias de solidaridad según Roberto le han ayudado a crecer como persona y a darse cuenta que es importante ser agradecidos con lo poco o mucho que la vida ofrece.
Metas por alcanzar
Una de sus metas vigentes es tener su propio local gastronómico y hacer de la comida una experiencia en cada bocado.
Esa misma vivencia que ha logrado transmitir a los clientes que han conocido de sus propuestas culinarias. “A Dios gracias, en todo lo que hago siempre soy reconocido por mi forma de trabajar”.
Platillos preferidos
El entrevistado dijo que le caracteriza la cocina Fusión y de Vanguardia, así como la mediterránea y su plato preferido son los curris y un buen Marmahón, plato de la gastronomía árabe y turca que consta de pasta en bolitas con salsa y carne.
Y en su infancia aseguró que las torrejas se encontraban en su lista de favoritas o una rosquilla en miel.
En su labor de chef lo que más disfruta es de la fusión de técnicas y sabores, y ponerle ese toque catracho (dulce y salado) y un comino.
“Entre los sabores que me cautivan están las especias como el Zaatar y el Zumaque, y en Costa Rica el sabor de un tacaco, un pejibaye y un cas, que no pueden faltar en mi cocina”, agregó.
Su vida en Costa Rica
De acuerdo con Roberto fueron varios factores los que le llevaron a migrar hacia Costa Rica, entre que en los años 90´s la carrera de gastronomía aun no despegaba en Honduras, la inseguridad, y la falta de fuentes de empleo, y lo más importante “las ganas de superarse y conocer otras culturas”.
Es de esta manera que hace más de dos décadas abandona su patria, para establecerse en el país centroamericano.
Travesuras infantiles en la colonia Mariscal
En una de las zonas más reconocidas de la capital hondureña, cercano al barrio Casamata, fue donde Roberto disfrutó de su infancia. La colonia Marichal de Tegucigalpa fue donde luego de nacer el 03 de enero de 1975 le ofrecieron como zona de residencia.
“Recuerdo que a las 6:00 de la tarde, siendo niños, salíamos a jugar en las aceras con los vecinos”, y en los días de lluvia aprovechaban para las travesuras que eran comunes entre los más pequeños de los barrios y colonias “salir a tocar los timbres de las casas cercanas, para luego salir corriendo”.
Estas vivencias memorables representan hoy en día la mejor época de su vida, “éramos una familia numerosas y junto a prima Alicia Gabriela Aguilar éramos los menores de todos y los más consentidos”.
Atraído por las ciencias médicas
En su infancia, cuando aún no alcanzaba la madurez, soñaba con un título académico en las ciencias médicas y que su nombre se encontrara entre los médicos reconocidos del país, además se imaginaba que llegaría a prestar sus servicios en uno de los hospitales nacionales.
En aquel entonces su madre Orfilia ejercía labores como enfermera del Instituto Hondureño de Seguridad Social-IHSS, por lo que quizás esto le influenciaba con ilusionarse con la carrera de medicina.
Pero fue a lo interno de su casa que también afloraba su otro anhelo: la cocina, “me ilusionaba cocinar y que ver que gente disfrutará de lo que yo hacía” y esta aspiración que le conquistó de pequeño le ha llevado a ser reconocido como uno de los mejores chef hondureños, que ha triunfado dentro y fuera de su patria.
Su madre: la tía Orfilia
En su vida familiar tres mujeres fueron las encargadas de formarle en todas las áreas “mi madre Orfilia me crio sola, junto con mi tía Sagrario y mi abuela Alicia, fue una madre que hizo todo lo mejor para involucrarme valores y darme una educación digna”.
En esa época, en la que como niño se quiere recibir de todo lo que llega a observar, confió que no siempre tuvo lo que quería, pues hubo limitaciones, pero “amor nunca hizo falta” y “hoy por hoy agradezco todos sus regaños, esas chancletas voladoras que siempre le atinaban y los fajazos”.
Del ser humano que le dio la vida y que le formó, entre las comunes llamadas de atención de aquella época, dijo que “a ella nunca le dije mamá porque escuchaba a todos mía primos decirle tía, y así se quedó como Tía Orfilia, pero nunca dejó de ser mi madre”.
Reveló además que tiene un hermano mayor Leonel Palacios Aguilar.
Felicidad plena con la abuela
Se describe como una persona directa, esforzada, de metas y que nunca se rinde, solidaria de carácter fuerte, obstinado y orgulloso, “pero siento que soy buena persona”.
El mismo que tratado de disfrutar cada momento, pero que alcanzaba la felicidad plena al reencontrarse cada fin de semana con su abuela Sagrario y verle haciendo tortillas junto a su tía Alicia y su mamá.
“Me hacía feliz verlas a las tres compartiendo de unos traguitos y arreglando el mundo entre ellas”, manifestó el talentoso chef.
Aunque también ha enfrentado situaciones difíciles como cuando no ha tenido los recursos para pagar el pasaje de regreso a casa y le ha tocado caminar varios minutos.
Cita
“Cuando entras a la carrera de gastronomía anhelas ser reconocido por tu talento y demostrarle al mundo lo que eres capaz de hacer y lo mucho que puedes llegar a valer y ser alguien en la vida”.
Roberto Palacios Aguilar, chef de Cuisine y Pâtissier
Talento nacional que por falta de oportunidades se nos ha ido