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Foto del escritorHonduras Trascendental

Marlon Díaz Mendoza: presbítero que dejó las finanzas y los estudios de periodismo para servir a Dios y a las almas

Nació en la ciudad de Talanga, Francisco Morazán y está por trasladarse a Zaragoza, España, para cursar estudios de licenciatura de Teología Catequética, en el Centro Regional de Estudios Teológicos de Aragón-CRETA.

 

Durante ocho años ha desempeñado el cargo de sacerdote de la parroquia San Diego, antes estuvo asignado a la iglesia Santa María Reina, en Tegucigalpa. También desempeñó el cargo de Asesor de la Catequesis a nivel Arquidiocesano.

Tegucigalpa. El mundo de las finanzas, sus estudios de periodismo y contaduría pública, y un fortalecido noviazgo, eran su proyecto de vida, pues en su agenda no estaba escrito que de un día para otro recibiría el llamado del Pescador de Hombres.

 

Y es que hasta antes de sus 24 años su servicio en la iglesia aparecía cada vez que podía o tenía libre, pues según reconoció no había tenido una señal  fuerte de que estaba entre los elegidos para predicar el Evangelio, celebrar la eucaristía y ser el pastor de los fieles.

 

La semilla vocacional comenzó a germinar en el interior del sacerdote Marlon Yanuario Díaz Mendoza luego de un retiro del Movimiento Encuentro de Promoción Juvenil, y que luego creció a través de las conversaciones con el Padre Daniel Martínez, quien cada vez que podía le invitaba a participar de las celebraciones eucarísticas en algunas aldeas.

 

Esto sucedía cercano al año 2000, y el 13 de junio de 2009 fue ordenado diácono sirviendo en la parroquia San José Obrero en Tegucigalpa, luego en 2013 asumió el cargo de primer párroco de la iglesia Santa María Reina, en San José de la Vega, y en 2016 fue asignado como el titular de la parroquia San Diego, en Talanga Francisco Morazán.

 

Han sido ocho años los que ha prestado servicio en su ciudad natal, antes estuvo asignado a la iglesia Santa María Reina, en Tegucigalpa. También desempeñó el cargo de Asesor de la Catequesis a nivel Arquidiocesano.

 

En este tiempo, ha logrado importantes proyectos basados en la caridad. Ha impulsado programas de formación para Delegados de la Palabra y ha motivado a la feligresía para ejecutar proyectos de restauración y construcción de nuevos templos parroquiales en el municipio.

 

Nuevos retos

En la actualidad está por trasladarse a Zaragoza, España, para cursar estudios de licenciatura de Teología Catequética, en el Centro Regional de Estudios Teológicos de Aragón-CRETA, un espacio de estudio fuera de su patria que consideró como un reto difícil, pero que está convencido de que la vida es de retos y hay que enfrentarlos.

 

En especial sabiendo que su mayor aspiración en la Iglesia es seguir siendo lo que es como sacerdote: servir hasta donde Dios se lo permita y valorar el máximo este ministerio que para él es inmerecido, pero que el Señor le ha concedido.

 

Un si para siempre

El día de su Ordenación Sacerdotal afirmó que ha sido el momento en que no podía dominar sus nervios, pues estaba convencido que daría un sí que no tiene vuelta atrás. “Una noche anterior no dormí, pensando si estaba listo para ese gigante paso de vida”.

 

Sin embargo, todo cambió, al celebrarse la Orden sagrada del ministerio del servicio a la Iglesia y a Dios, la cual le fue otorgada por Monseñor Oscar Andrés Rodríguez, momento en el que su mamá le mostro con sus miradas que estaba feliz, así como la alegría de su pueblo de fe que había abarrotado la iglesia para recibirle con gran emoción.

 

En ese preciso momento también se enfrentó a uno de sus retos más importantes que desde siempre temió enfrentar,  que era llegar a su lugar de nacimiento y servir a su gente, pero le llegó y lo asumió con gran determinación y compromiso, sobre todo cargado de amor hacia el prójimo, pues una de las virtudes que más le gustan es “la caridad sinónimo de amor”.

 

Por esta razón, fundó el proyecto Almuerzo de la Misericordia, a través del cual la parroquia cada sábado le da un tiempo de comida a unas120 personas, todas de bajos recursos.

 

Desde su investidura sacerdotal han transcurrido 15 años de servicio, “describo estos años como lo mismo que le sucede a otra persona que está en otro estilo de vida: con altos y bajos, con momentos de felicidad y otros de tristeza, pero a diferencia de los demás, acompañados por Dios”.

 

“La feligresía espera mucho de un sacerdote actualmente, tanto que yo creo extremistas algunos. Pero, de lo que no podemos dejar a un lado, es que esperan que nosotros seamos aquellos que busquen la santidad desde nuestro ministerio, y que ellos puedan caminar con nosotros en esa vía única”, expresó.

  

Vocación tardía

Se define como una persona organizada, constante y disciplinada, que aprovecha las oportunidades de la vida. Asume retos y aunque muchas veces se ha caído se auto motiva para levantarse más fuerte. Posee una especial devoción a Santa María de Guadalupe, “por un milagro que intercedió en mi hermana, una de las mayores, la segunda hija de mi mamá”.

 

En cuanto a su vocación consideró que fue tardía, esto porque entre sus anhelos infantiles y juveniles nunca estuvo presente el servicio religioso, pero desde que asumió el llamado del Señor se ha entregado de lleno a cuidar y pastorear a su feligresía.

 

“Desde que salí del seminario, 15 años atrás, mi primera asignación fue darle vida a la catequesis arquidiocesana y me dedique durante seis años a acompañar a los catequistas en cada una de las parroquias, y así comenzó todo. Pero me gustó tanto que quise buscar nuevas herramientas para colaborar en este ministerio, expresó.

 

Interminable labor pastoral

Su día comienza desde muy temprano y antes de su rutina de ejercicios su prioridad es la oración, un momento más tarde se enfoca en el quehacer parroquial, entre documentos por ordenar y la preparación de su próxima homilía.

 

Por la tarde programa las visitas a las aldeas de la parroquia y gestiona otros compromisos de la sede parroquial y otros minutos más de su tempo a las obligaciones con el canal zonal San Diego TV.

 

Esos momentos rutinarios cambian en fechas especiales, uno de esos tiempos y que le son más agradables, es  durante la celebración de la Semana Santa, “la vivo como un retiro espiritual, la liturgia es hermosa”.

 

Récord en celebraciones eucarísticas

 

En la vida del sacerdote Marlon también se han presentado momentos únicos como sucedió durante el Año Sacerdotal, en 2009, “ya que me tocó oficiar nueve misas en un solo día, un récord para mí”.

 

Pese a lo que representó la extensa jornada de eucaristías para él no fue demasiado ya que su momento especial de sus días, es la celebración de la Santa Misa. “No hay sacerdote sin Eucaristía, ni Eucaristía sin sacerdote”.

 

Infancia

Llegó al mundo el 22 de octubre de 1975, siendo sus padres Ana Zulema Mendoza Fletes y Yanuario Díaz (Q.D.D.G).

 

Desde que nació permaneció en el barrio El Centro, uno de los sectores más antiguos del casco urbano del municipio, en este sector trascurrió su tierna infancia, adolescencia y juventud.

 

De aquellos primeros años, en donde la vida transcurría entre los juegos tradicionales y el aprendizaje escolar, rememoró que enfrentó una infancia con “una historia dolorosa, sufrida, pero bien vivida”, esto ante la ausencia de un hogar estable, por la separación paterna, pero de la mano de una madre que asumió de manera valiente el rol de jefe de hogar.

 

“Mis sueños de niño eran de convertirme en un profesional exitoso, colaborar con los compromisos de mi madre y alcanzar la plenitud en las cosas que lograra, todavía hay algunos que estoy en camino de lograrlos. De adolescente fue una combinación de introvertido y extrovertido”, recordó.

 

También confió que en sus primeros años de vida era introvertido, pero en su adolescencia comenzó a ser fiestero. Tengo tres hermanas, tres hermanos, soy el sexto hijo de mi madre”, agregó.

 

Formación

En su hoja de vida profesional sostiene el título de perito mercantil y contador público, además es licenciado en ciencias religiosas con énfasis en filosofía, y licenciado en teología.

 

Posee además un diplomado en gestión de proyectos, y un diplomado en pastoral juvenil. Ha alcanzado el manejo del idioma inglés gracias a haber cursado estudios en Private Teacher, Escuela Americana y en el Instituto Hondureño de Cultura Interamericana.


De igual manera, se nutre cada día con la lectura de las Sagradas Escrituras, además de ser un asiduo lector, al grado de haber perdido la cuenta sobre cuántos libros religiosos ha leído, “son muchos. Por ahora leo dos, uno de psicología, ser o tener de Erick From (filósofo humanista y psicólogo social de origen judío-alemán), y uno de la Virgen María y su papel en la historia de salvación”.

 

Cantante

El presbítero también ha dados sus pininos en la música al grabar un sencillo con el cantante Kelvin Joel llamado Pasa Tu Mano.

 

Sin embargo, él en el tema musical se considera “bastante torpe je,je,je, pero creo que he podido educar el oído, sé cuando se canta afinado y cuando no”.

 

Según el sacerdote, de la feligresía lo más complicado de evangelizar son los jóvenes, pero se trabaja de manera constante para tratar de hacerlos vivir una experiencia eclesial, que sin duda ha podido lograr sosteniendo a decenas de jóvenes al servicio de Dios, desde Honduras Trascendental le deseamos éxitos en cada proceso de su vida, honrando su compromiso de fe.

 

En corto

¿Cuál es el sacramento que más le impacta?

El matrimonio, ya que pienso que es un proyecto no fácil, pero con todo lo que implica dos personas que se aman deciden emprenderlo”.

 

¿Cuál es su versículo preferido?

Es Lc. 18, 38. Jesús Hijo de David ten compasión de mí.

 

¿Ha tenido dudas de fe alguna vez?

Muchas veces he tenido duda, si no existiera, creo que no sería normal.

 

Destacado

 

“Al Papa Francisco lo describo como un hombre muy sensible y lleno de carisma”.

Sacerdote Marlon Díaz

 

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