En su carrera artística se ha desempeñado con gran acierto como actor, director y guionista participando con alguna de sus facetas en películas, cortometrajes y obras de teatro.
Lleva más de 47 años en la práctica de las artes marciales chinas, bajo lo estilos Kenpo chino y Kung fu.
Tegucigalpa. Listo el escenario, el público aún distraído a la espera de la función. De un momento a otro, del oscuro telón, sale uno de los personajes representado por el mismo artista hondureño que escribió y dirige la obra.
¡La narración ha comenzado!, es momento de hacer silencio para dejar que Mario Arturo Jaén Sierra, el extraordinario y multifacético artista de las artes escénicas, nos comparta momentos especiales de su vida personal y profesional.
Dos días después de la Nochebuena, de un alumbramiento asistido por una partera, en el año de 1957, llegó al mundo Jaén, de la unión de un artista guanaco y una catracha.
Fue el segundo retoño del hogar conformado por Alicia Amparo Sierra Zelaya y Emmanuel Jaén Escobar.
En realidad -soy el tercero de mi madre y también de mi padre, pero el segundo del matrimonio de ambos-.
Veladas en el barrio Morazán
En una casa del antiguo barrio Morazán de Tegucigalpa, propiedad de sus abuelos maternos, Manuel Sierra y Ángela Zelaya, fue donde nació y pasó parte de su niñez el ingenioso capitalino.
En esta comunidad de la capital, formada sobre una pendiente, fue donde desde muy temprana edad el versátil artista mostró su herencia teatral, ya que en los tiempos de juego con sus hermanos y primos armaban desde obras inéditas.
-Representábamos obras que veíamos en el teatro o historietas que nos inventábamos o improvisábamos, incluso había momentos en los que el público pasaba al escenario y hacía lo que le daba la gana-.
Eran aquellas espontáneas veladas en las que pagar dos centavos, que era el costo propuesto por el elenco infantil, entre ellos Jaén, no siempre representó la retribución más esperada, pues lo que más deseaban alcanzar aquellos chiquitines era tan solo -unos minutos de fama familiar y de barrio-.
Sin embargo, por sus cualidades artísticas no transcurriría demasiado tiempo para que recibiera de un público mayor aquel reconocimiento anhelado, pese a que no había considerado convertirse en un actor profesional del teatro.
Y es que estando en su etapa infantil, aún sin conciencia del significado del arte dramático, presenció una escena que le llevaría a desencantarse por el teatro.
En aquel episodio, creado por experimentados actores, observó como su padre recibía una agresión que no estaba dispuesto a permitir por lo que comenzó a dar gritos según se lo permitían sus pulmones y garganta, al grado de que su mamá tuvo que sacarlo de la sala teatral para intentar calmarlo.
-Mi padre fue un gran actor dramático y casi siempre representaba, en esa etapa de su vida, a personajes que sufrían y/o morían, y en mi mente infantil todo era verdad y me asustaba-.
Pasada aquella vivencia no grata, además de sumarle que en su infancia presentaba cierta tartamudez y un timbre de voz que no le parecía agradable, pensaba que su potencial estaría más acorde con la carrera de veterinario.
Sin embargo, en su adolescencia y temprana juventud se reencontró con el teatro a través de un grupo de amigos.
-Me invitaron a actuar, pues era hijo de un gran actor y creían que por ello yo sería actor como mi padre, me fui con ellos por hacer parte de mi propia pandilla de amigos, y me gustó tanto que decidí quedarme en el teatro para siempre-.
Formación educativa y teatral
En cuatro distintos países de Latinoamérica recibió su formación académica, ya que sus estudios de la primaria transcurrieron entre Honduras y Nicaragua, y la secundaria la culminó en El Salvador.
Luego realizó estudios en la Escuela Nacional de Teatro de Tegucigalpa (ENAD) y para alcanzar el título universitario se matriculó en la carrera de literatura en la UNAH, pero luego abandonó las clases para estudiar Teatro en la Escuela Nacional de Arte Dramático en Bogotá, Colombia.
Estando en Colombia llegó a formar parte, durante cuatro años, del “Taller Permanente de Investigación Teatral” de la Corporación Colombiana de Teatro con maestros como Santiago García y Enrique Buenaventura.
Años después también pasó por las aulas de la Escuela de Periodismo de la UNAH, -donde aprendí a escribir, pero me faltaron algunas materias para finalizar la licenciatura-. Además incursionó en la radio a través de la señal de Radio Universal.
En su vida profesional aseguró haber contado con maestros que marcaron su vida entre ellos Emmanuel Jaén Escobar, su papá.
En el listado de personajes que marcaron su desempeño profesional se suman el dramaturgo y director teatral hondureño, Francisco Salvador, y el escritor, director, actor, e investigador de antropología teatral colombiano, Juan Monsalve.
Otros a los que también admira son el director teatral, pedagogo y escultor, de origen francés, Jean Marie Binoche y dramaturgo, investigador y docente español, José Sanchis Sinisterra.
En cuanto a su gusto por Twist, el baile basado en el rock and roll que se popularizó en Latinoamérica en los años 1960-1962, confesó que aunque ya no suena en las fiestas, -sí lo bailo en una de mis obras llamada El Atravesado, del colombiano Andrés Caicedo-.
También mantiene el amor para con sus hijos; Daniel Andrés Jaén Matute (34), José Fernando Jaén Matute (32), Rafael Jaén Sánchez (22) y Aitana Jaén Sánchez (15), además de su esposa María Luisa Sánchez Blanco, de origen gallega, pero radicada en Honduras desde hace más de 20 años.
Reconocimientos
Además de los aplausos del público y la admiración que ha despertado en el mundo teatral, Jaén también ha acumulado reconocimientos de un valor incalculable.
A los 31 años, siendo parte de una nueva generación de teatristas del país, obtuvo el II lugar en el Premio Nacional de Teatro “José Trinidad Reyes” otorgado por el Ministerio de Cultura y Turismo.
Luego en 2001 recibió el premio del público “Carlos Couceiro” en la VI Mostra de Teatro de Ourense, España, con la adaptación de la obra “El Atravesado” del colombiano Andrés Caicedo.
Tres años después, en 2004, recibe el premio “María de las Artes” asignado por la Universidad Católica de Honduras y en 2005 recibió el premio Internacional “Carlos Méndez” por parte de la Universidad San Carlos Borromeo de Guatemala.
En el mes de septiembre de 2012 recibió el premio nacional de arte “Pablo Zelaya Sierra”, el cual es otorgado cada año por el gobierno a través de la Secretaría de Educación a personas que han trascendido a nivel nacional e internacional en el ámbito de la ciencia, arte y literatura.
Inspiración de sus obras
Descubrió sus sensaciones profesionales con el teatro: primero como actor, -y esa electricidad que sentí, ese placer y seguridad es y ha sido mi génesis, llegué a creer que no había mejor lugar en el universo que el escenario y yo sobre él-.
Luego la dirección -ha sido me segunda ilusión, como se llama un famoso motel en las carreteras de mi país, pues al quedarme sólo con el Teatro Taller Tegucigalpa me vi obligado a incursionar en esta otra faceta, la cual es una amante difícil de satisfacer-.
Por su parte, la escritura de textos llegó como un reto, al que con miedo y asombro aseguró sigue incursionando, -algún día escribiré mejor-.
En su experiencia como dramaturgo ha logrado crear más de 30 obras de teatro, y en más de 20 de ellas ha participado como actor.
La mayoría de sus puestas en escena están basadas en temas de problemática social con personajes de la cultura nacional que ha logrado enlazar con el drama, comedia, música, y bailes.
Por ejemplo, en la obra “Canícula”, que es una fábula en la que aparecen personajes como tío conejo y tío coyote, expone con un lenguaje popular la escasez de agua y sus consecuencias.
En otra de sus obras denominada “Río Abajo” creada en un ambiente rural con cantos, acrobacias, malabares, y bailes. En la que habla sobre las muertes infantiles y surgen alocados personajes como el doctor Pirueta y su ayudante Torniquete.
Dedicación para vencer obstáculos
Según Jaén, para poner en escena una obra teatral no existe un tiempo determinado, ya que como puede llevarle largos meses de investigación, y decenas de horas plasmando ideas, describiendo personajes y diálogos, también le han surgido textos en una noche.
-He escrito textos en pocos días, otros en semanas, algunas hasta meses, y una vez escribí una, en una febril noche-.
Por ejemplo, Cuatro Letras, una obra sobre la prevención del VIH-Sida, entre adolescentes y jóvenes y la defensa de derechos de personas viviendo con el virus, le llevó tres meses de investigación.
Otra de sus producciones teatrales que requirió de varios meses para estructurarla fue “Picamiejo”, donde también hace uso de recursos como títeres, acrobacia, malabares, efectos especiales que se conjugan con una problemática rural como: la falta de organización y el liderazgo de la mujer.
Así mismo, no debe ser tan importante el lugar donde se hará teatro sino más bien como se dará ese espectáculo para que llegue a ser calificado por el público como el mejor del mundo.
Razón por la cual se ha valido de la arquitectura circundante para montar maravillosas obras como "El Reino de Kukulkan", la cual se desarrolló en Ruinas de Copán, sin dejar del lado el teatro callejero con el que ha conquistado a los barrios y colonias de los 18 departamentos del país.
A esto se une sus trabajos como actor en cortometrajes y películas como sucedió en el largometraje llamado Morazán, el cual es dirigido por Hispano Durón.
-Bueno, yo me siento cómodo haciendo tanto comedias como dramas, en el teatro o en el cine, en salas o en espacios abiertos, sólo me falta hacer teatro aéreo y acuático-.
Con su talento y sus obras ha llegado a Centroamérica, México, Colombia, España, Francia y Taiwán.
Legado con el teatro colectivo y su pasión el Kung fu
Es cofundador y director artístico de la asociación cultural Teatro Taller Tegucigalpa-TTT, institución sin fines de lucro que desde su fundación ha puesto en escena 41 obras, y ha participado en más de 30 Festivales y Muestras de Teatro nacionales e internacionales.
La organización de la cual forma parte ha representado a Honduras en escenarios de México, Guatemala, Nicaragua, El Salvador, Costa Rica, Cuba, Colombia, España, Francia y Taiwán.
Al adentrarse en la vida productiva de Jaén y su amor por el teatro da pie a pensar que no ha hecho nada más, pero no es así, ya que desde hace 47 años practica las artes marciales chinas, a través de los estilos Kenpo chino y Kung Fu.
Esta disciplina milenaria se volvió complementaria para su vida, -el Kung Fu me ha enseñado a pararme bien en la calle y en el escenario-.
Además le llevó a participar en campeonatos, por ello entrenaba dos horas, durante seis días a la semana,- y cuando nos preparábamos para los campeonatos hasta tres horas por sesión, aparte de correr y la práctica de otras disciplinas corporales cercanas al teatro-.
Con la práctica de este deporte se ha agenciado varios premios quedando en primero, segundo y tercer lugar, además en otras ocasiones -ninguno, ya que se gana o no se gana-.
En una ocasión sus conocimientos en el Kung fu le permitieron defender el honor y honra de la fallecida poeta, Juana Pavón.
-Le partimos la madre a un par de imbéciles que llegaron a agredirla, y cuando ya fue imposible la evasión de la pelea, apliqué un par de zarpazos del tigre que llevo dentro, mientras Juanita cerró con broche de oro con un par de arañazos en el rostro de uno de los interfectos…, tan tán-.
Esta escena de la vida, que no fue planeada como una de sus obras, es también digna de admirar y aunque como él aseguró aún no llega su obra más representativa, puede llegar a ser este episodio una escena de -la próxima que haga-.
Expresiones
-Los verdaderos artistas muestran su arte, aunque el aparato estatal no potencien sus obras, esas que generan identidad personal y nacional, valores intangibles, espíritu de sus aquí y ahora-.
-He escrito textos en pocos días, otros en semanas, algunas hasta meses, y una vez escribí una, en una febril noche-.
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