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  • Foto del escritorHonduras Trascendental

Financiamiento y acceso a mercados demandan jóvenes para abrirse camino en el mundo laboral

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadísticas-INE de cada 100 ocupados en Honduras 55 trabajan para un patrono y 30 de cada 100 realizan las actividades laborales por su cuenta.


La desocupación se concentra en la población joven; del total de 348,858 desocupados del país, 45.7% son jóvenes menores de 25 años.



Tegucigalpa. Tiene 24 años de edad, y seis años en busca de un empleo permanente. Bachiller en ciencias y letras y pasante de la carrera de medicina dicta parte de su hoja de vida, misma que se cansó de entregar ante cualquier anuncio de plaza vacante de la que era informada.


Vía correo electrónico envió más de dos docenas de curriculum, y otro tanto similar de manera presencial. En varias ocasiones también se sometió al proceso de entrevistas, pero en ninguno de los casos logró el empleo que buscaba.


“Yo he enviado mis documentos hasta para plazas en otras ciudades, pues no me importaba si me tenía que ir a vivir a otro lugar, pero nunca he tenido respuesta”, dijo Cristina Raudales, quien hasta hace unos meses formaba parte de los 159,428 jóvenes menores de 25 años que se encuentran desocupados en Honduras.


Esta cifra corresponde al 45.7 por ciento de las personas sin empleo en el país, de acuerdo con la LXXIII Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EPHPM) 2021, del Instituto Nacional de Estadísticas-INE.


Hace dos meses, luego de tantas desilusiones en su búsqueda por conquistar una oportunidad en el área laboral, decidió emprender con la venta de tortillas, pues son tres hijos, menores de seis años, los que debe mantener junto a su esposo “Carlos”, de 26 años, que también se encuentra entre las estadísticas como desempleado.


Y en el caso de “Carlos” se encuentra entre el 32.1% de los jóvenes del país que ni estudia ni trabaja, llegó apenas al sexto grado, y tiene casi cuatro años de no formar parte de una planilla laboral.


Lo que si comparte esta pareja es que ambos están en el rango de las personas jóvenes del país, pues no pasan los 30 años, contabilizados a nivel nacional como una población de 3, 012,983 habitantes; de los cuales 1, 516,877 (50.3%) son hombres y 1, 496,105 (49.7%) son mujeres.


De acuerdo con la última EPHPM los hombres tienen mayor participación en el mercado laboral en las edades de entre los 35 y los 44 años. En esas edades apenas 3 de cada 100 hombres están fuera del mercado laboral; es decir, el 96.1 % de los hombres que tiene entre 35 y 44 años están trabajando o bien están buscando activamente trabajo.


En el caso de las mujeres, la mayor Tasa de Participación se registra entre los 30 y 34 años, registrando una tasa de 62.5%.


Falta de financiamiento y capacitación

Según Cristina con la venta de tortillas a diario logra paliar la necesidad básica como la compra de alimentos, y cubre además los costos de estudio para su hija mayor que ya está en la escuela.


También ha logrado emplear de vez en cuando a una ayudante, en especial cuando los pedidos son mayores a los que acostumbra a atender de manera regular, pero asegura que si lograra disponer de un mayor capital para compra de harina, leña y equipos podría convertirse en microempresaria surtiendo un mayor número de clientes.


“Yo he buscado sacar un préstamo, pero piden muchos requisitos, y además luego si uno analiza se pagan altos intereses, por eso es que uno se conforma, pero a mí me gustaría montar una tortillería para generar empleos”, dijo.


Lo expuesto por la emprendedora no es ajeno a la designada presidencial, Doris Gutiérrez, quien además del tema financiero consideró que los microempresarios requieren de formación y acceso a mercados dentro y fuera de las fronteras nacionales.


“Es importante apoyar a las microempresarias porque existe una gran necesidad de empleos, pero el Estado no puede darle a tanta gente, y además hay poca inversión privada. Por eso se necesita apoyo a las Mipymes, seguimiento y sobre todo mercado”, dijo la funcionaria del Ejecutivo.


Amplió que es necesaria una reforma profunda del curriculum educativo y la formación en principios y valores como; la responsabilidad, y la disciplina. Además de establecer controles con la libre oferta y la demanda sobre todo con las necesidades básicas de la población hondureña.


“En el país se necesitan crear fuentes de empleo y se puede lograr con apoyo a la microempresa, más la inversión pública, pues el desempleo es uno de los grandes problemas que enfrenta el país”, agregó.


A criterio de la entrevistada también es importante que se creen sistemas de formalización de las empresas con procesos menos engorrosos, dirigidos de manera específica al pequeño y mediano empresario.


A su vez expuso que en Honduras la mayoría de las personas en edad de trabajar solo aspiran a un empleo fijo, y tienen miedo al emprendimiento pese a que es el que puede generarles mayores ingresos.


“Con un emprendimiento se puede ganar para atender a la familia y con un horario flexible”, manifestó Gutiérrez, quien desde hace más de una década apoya a las microempresas con capacitaciones y un aporte con fondos rotatorios en aras de que se vuelvan generadoras de empleos e ingresos.


En el Distrito Central, de acuerdo con la designada presidencial, ha logrado capacitar a unas 20 mil microempresarias, de las cuales unas 2 mil aún se mantienen activas. Y en lo que va de este año ha logrado estar en contacto con unas 200 microempresas de La Paz, Intibucá, Lempira, El Paraíso, Choluteca y Francisco Morazán.


Retos de las Mipymes


Esperanza Escobar, presidenta de la Asociación Nacional de Medianas y Pequeñas Industrias de Honduras-ANMPIH, ratificó que la falta de financiamiento, formación empresarial y de políticas de acorde a la pequeña y mediana industria son las limitantes que enfrentan los microempresarios nacionales.


“Aun cuando los gobiernos y la banca digan que están llenos de dinero, la gran mayoría no pueden acceder a los financiamientos y especialmente si son blandos”, dijo.


Por consecuencia, según Escobar se reporta con regularidad que los emprendimientos sean manejados o no por profesionales en un alto porcentaje en dos o tres años desaparecen.


Otro dato importante que reveló es que la mayoría de las Mipymes, en este momento son manejadas por personas jóvenes, en su mayoría hombres, aunque con la pandemia las mujeres ganaron un mayor terreno.


En cuanto a las políticas públicas expuso que “en la actualidad nos preocupa la elaboración de políticas públicas sin ser consensuada con la población para que tengan el efecto correcto”.


“Nosotros necesitamos, como sector económico del país, sentarnos con las autoridades del gobierno para exponer verdaderamente cuales son las leyes que nosotros necesitamos, para favorecer nuestro esquema y nuestro entorno económico”.


Una de las leyes que se requiere revisar de acuerdo con la dirigente microempresarial es la Ley del Seguro Social, “porque no producimos y vendemos grandes cantidades, por lo tanto, no podemos pagar igual. La Ley de Garantía Recíproca por ejemplo casi no la pudimos utilizar nosotros los de la micro y pequeña empresa”.


Es importante destacar además que el 70% de las plazas laborales en el territorio nacional son generados por las Mipymes.


Iniciativas comunitarias para generar empleos

Los desafíos del emprendedurismo nacional se enfrentan de la misma manera sean iniciativas individuales o colectivas, así lo expuso Patricia Pérez, miembro de la Asociación de Turismo Rural “Ven a vuestra casa”, organización comunitaria lenca de la comunidad de Los Mangos, Yamaranguila, Intibucá.


Y es que de acuerdo con Pérez han sido diversos desafíos que han tenido que enfrentar desde la legalización hasta la obtención de fondos para concretar las ideas que han surgido con el paso del tiempo.


Poe ejemplo, en la actualidad gestionan recursos para la compra un terreno donde contemplan la construcción de las oficinas para la Asociación y un comedor típico y la adquisición de un medio de transporte para el traslado de los visitantes.


“Queremos construir un espacio donde atender a los turistas y también contar con un bus para lograr trasladarlos desde el casco urbano hacia nuestra comunidad o desde otras ciudades”, explicó.


También presentan necesidades de capacitación y promoción que hasta el momento no han encontrado de manera permanente por parte del gobierno.


La entidad comunitaria que representa Pérez surgió ante la necesidad plazas laborales para las mujeres, grupos vulnerables y jóvenes, y fue precisamente en el entorno rural que identificaron la oportunidad laboral y de desarrollo que anhelan.


Es así, que en 2015 decidieron unirse como familias emprendedoras, a través de la promoción del turismo rural, son 29 familias las integradas al proyecto comunitario, representadas a través de 12 mujeres, cuatro personas de la tercera edad y el resto jóvenes.


Estos emprendedores forman parte del 90% de las Mipymes del país, mismas que están bajo la dirección de núcleos familiares.


Mujeres protagonistas de programa financiero regional


Ante la problemática los organismos de cooperación y gobiernos aliados han continuado su aporte a favor de reducir las brechas de desempleo juvenil en la región de Centroamérica, prueba de ello, es que, en fecha reciente, autoridades del Banco Centroamericano de Integración Económica-BCIE y la República de China-Taiwán firmaron un acuerdo para ejecutar un programa para apoyar el emprendimiento y el empleo de las mujeres valorado en US$10 millones.


La iniciativa, prevé proporcionar servicios financieros para empoderar económicamente a las mujeres, combinando préstamos y garantías de crédito para ayudar a las mujeres a aumentar el acceso a la financiación de sus negocios y promover su participación en los sectores que impulsan la recuperación económica.


“Como BCIE estamos respaldando este Programa que busca facilitar el financiamiento a mujeres que deseen iniciar un nuevo negocio, así como aportar a la reactivación económica de mujeres dueñas de micro, pequeñas o medianas empresas”, expresó el presidente ejecutivo del BCIE, Dr. Dante Mossi.


Este fondo de acuerdo con los ejecutivos del BCIE estimulará el crecimiento y el empleo en el sector privado, promoviendo de esta manera el desarrollo socioeconómico y equitativo de Centroamérica. Además, apoyará a las instituciones financieras para que amplíen sus operaciones de préstamo a mujeres Mipymes.


Mossi resaltó la importancia de la cooperación de la multilateral a los programas sociales en especial cuando se trate de emprendimiento femenino que es clave para el desarrollo de los países.


Además, destacó el compromiso del Banco en materia de género e inclusión social en la región, por ello “con sus intervenciones financieras busca impactar positivamente en la vida y en el desarrollo económico de los habitantes de la región”.


Esfuerzos invaluables

Desde World Vision Honduras también de manera sostenida se trabaja a favor de abrir espacios de empleabilidad juvenil, en especial para los que residen en zonas vulnerables.


Carlos Castro, gerente de proyectos de empleo y empleabilidad de World Vision Honduras, dijo que en los últimos años lo más complejo para los jóvenes del país al momento de buscar una oportunidad laboral, es el estigma ya sea por la zona de residencia o por la falta de educación.


Por ello, hizo un llamado a la empresa privada para que se involucren en proyectos a favor de otorgar oportunidades para jóvenes que viven en zonas en vías de desarrollo.


“Es importante incidir en la empresa privada para que se unan en procesos de pasantías para los jóvenes. Es necesario borrar estigmas en especial por sus zonas de residencia”, agregó.


En la actualidad, según Castro son 220 empresas privadas, a nivel nacional, las que han habilitado sus espacios para pasantías y oportunidades laborales para jóvenes que atienden a través de cuatro programas de formación en competencias y habilidades que ejecuta World Vision Honduras.


Pero este número de empresas que abren oportunidades representan solo el 50 por ciento del total que contactan para pedir un espacio laboral para los jóvenes que participan en los programas de la institución.


Son cuatro proyectos de empleabilidad juvenil los que ejecuta World Vision en el país; Desarrollo de la Fuerza Laboral, Súper Pilas, Jóvenes con Visión y Construyendo Carácter, a través de los cuales se pretende abarcar a 10 mil jóvenes, de entre 12 a 19 años, en un periodo de tres años.


Los participantes en estos proyectos residen en ocho departamentos (Atlántida, Cortés, Yoro, Comayagua, Francisco Morazán, El Paraíso, Choluteca y Valle) donde se abarcan más 16 municipios y 150 comunidades, (barrios, colonias, aldeas y caseríos).


“Los jóvenes son instruidos a través de la metodología “Youth Ready” que comprende cuatro módulos; competencias blandas, empleo-capacitación, emprendimiento y ciudadanía”, explicó Castro.


Este proceso formativo se extiende durante unos ocho meses, primero la formación metodológica que abarca unos 3.5 meses y luego los beneficiados deciden si desean una plaza laboral, si quieren emprender o continuar los estudios y según sus decisiones continúa el apoyo.


“A través de esta iniciativa se busca reducir la pobreza, violencia, migración e inseguridad y a la fecha se han otorgado más de 5 mil certificados a jóvenes que culminaron el proceso completo, de estos unos 1,174 jóvenes están generando ingresos sea mediante un emprendimiento o mediante una plaza de trabajo”, explicó.


Para la ejecución de estos programas se dispone de entre 8-9 millones de dólares (unos 192 millones de lempiras).


Según Allan Cruz, subdirector del proyecto Futuros Brillantes de World Vision Honduras, debido a la pandemia de la Covid-19 y a las tormentas, la pobreza en el país se incrementó cerca de 20 puntos porcentuales, lo que a su vez impacta de manera negativa en el mercado de trabajo, expulsando de las filas laborales a cerca del 18% de las personas ocupadas.


Cruz a su vez indicó que la desocupación tiene que ver con las condiciones de habilidades y competencias que tienen las personas, la falta de educación en algunas áreas como las vinculadas a los servicios, la tecnología y la innovación excluyen a los hondureños de trabajos mejor pagados y de mejores condiciones.


“Un joven recién egresado de la secundaria (tercer ciclo), si bien ha completado un ciclo académico, carece de las competencias necesarias que se demandan en el mercado laboral, entre ellas: la comunicación efectiva, habilidades interpersonales, atención y servicio al cliente, además de competencias y habilidades tecnológicas que hoy son fundamentales en cualquier actividad económica”, agregó.


Pero además resaltó que aunque la creación de puestos de trabajo de mejores condiciones se está concentrando en la industria de servicios, el comercio electrónico, servicios financieros y actividades vinculadas a plataformas tecnológicas y servicios electrónicos, Honduras tiene una oferta de puestos de trabajo significativa en el área agrícola que requieren de mano de obra no calificada.


Otros de los obstáculos que consideró son; la falta de habilidades técnicas y blandas, violencia e inseguridad, y los patrones culturales, de género y discriminación.


De acuerdo con Cruz, la generación de empleo está en su mayoría concentrada en la economía informal y trabajo por cuenta propia. Sin embargo, en Honduras persisten los problemas de inclusión laboral de la mujer y de otros grupos vulnerables como personas con discapacidad o las personas que provienen de algún grupo étnico.


Desafíos identificados desde la empresa privada

El Gerente de Política Económica del Consejo Hondureño de la Empresa Privada- Cohep, Santiago Herrera, dijo que uno de los desafíos que presenta Honduras para ampliar las oportunidades laborales para los jóvenes la formación de la fuerza laboral y que esta se adecue a las necesidades del sector privado.


Otro desafío importante por considerar son las tendencias del mercado laboral que indican que cada año hay mayor participación de los puestos de trabajo en el área de la tecnología, sobre después de la disrupción provocada por la pandemia y por ende una reducción de los puestos de trabajo que se pueden automatizar.


“Para Honduras esto representa un enorme desafío en el presente, pero también en los próximos años, lo cual puede tener incidencia en que los capitales extranjeros no puedan venir a invertir si la fuerza de trabajo no cuenta con las competencias requeridas”, dijo.


También detalló que el principal problema del mercado laboral en Honduras continúa siendo el subempleo, es decir aquellas personas que trabajan con insuficiencia de horas y con insuficiencia de ingresos.


Los datos del INE revelan que al 2021, 2.5 millones de hondureños se encontraban en esta condición. Esta situación de informalidad también se vincula a los altos niveles de pobreza que tiene Honduras.


En el país el sector privado genera 1.6 millones de empleos, representando el 82% de los asalariados.


Los rubros que generan el 78% del total de empleos privados son; la agricultura, ganadería, silvicultura y pesca, industria manufacturera, comercio, construcción, y alojamiento y gastronomía.


Por su parte, Rolando Alvarenga, presidente de la Federación de Cámaras de Comercio e Industrias de Honduras-Fedecámara, destacó que entre los principales obstáculos que enfrentan las Mipymes hondureñas esta la falta de acceso al financiamiento, por las múltiples exigencias que tiene el sector financiero para las pequeñas y medianas empresas y/o emprendimientos.


A esto se suma la brecha en formación digital, falta de formación empresarial, falta de educación tributaria, y el engorroso proceso para la creación de una empresa.


“Emprender en Honduras no es fácil, ni barato, ya que solo el costo de energía eléctrica supera a la de todos nuestros vecinos, gastos de salario mínimos más alto en Centroamérica y si sumamos todos esos costos se necesita de capital para poder ser emprendedor”, confió.


También aseguró que solo la Fedecámara maneja proyectos orientados a la digitalización, beneficiando hasta el momento a más de 3 mil Mipymes a nivel nacional con el acceso a herramientas y soluciones digitales.


Resaltó que el sector privado, a través de sus empresas ha generado el 87% de la inversión nacional de Honduras, esto significa que, por cada lempira de inversión extranjera directa, el sector privado nacional invierte 8 lempiras.


“El valor de la producción privada en 2021 fue de 541 mil millones de lempiras. El sector privado el año pasado generó el 85% del PIB de Honduras”, dijo.


Según Alvarenga, en el país, unas 333,338 Mipymes son atendidas por el sector financiero y generan un aproximado del 70% de los empleos equivalente a aproximadamente 1,120,000 mil puestos de trabajo.


La Fedecámaras aglutinada a 55 cámaras, entre ellas 45 Cámaras de Comercio, 5 cámaras binacionales y 5 cámaras Empresariales.


Política regional de modernización para las Mipymes

El director ejecutivo de SENPRENDE y representante de Honduras en el Centro Regional de Promoción de la MIPYME-CENPROMYPE-SICA, Dennis Corrales, explicó que a través de la Política Regional de Modernización y Transformación para las MIPYMES-PRMIPYME, se manejan ejes como; el fortalecimiento y articulación institucional del ecosistema MIPYME, acompañamiento empresarial, inclusión financiera, y la promoción del acceso a mercados nacionales, regionales e internacionales.


El pasado mes de junio de 2022, de acuerdo con el funcionario, el Consejo de Ministros de Integración Económica (COMIECO), aprobó la Política Regional de Modernización y Transformación para las MIPYMES en los países del SICA (2022-2050).


“La Política busca fortalecer el ecosistema MIPYME, y se enmarca en el proyecto de integración del SICA para contribuir a la construcción de la región, con una visión compartida de desarrollo en el mediano y largo plazo que permita alinear los esfuerzos nacionales y regionales para conseguir la transformación productiva de las empresas”, explicó.


La apuesta estratégica es el impulso del crecimiento de las empresas, la creación de nuevas y el surgimiento de un nuevo tejido empresarial con empresas modernas, dinámicas y competitivas a nivel internacional. Todo ello con aspiraciones hacia una agenda orientada al 2050.


En la región del SICA funcionan 1,596,798 de empresas, de las cuales el 99% son MIPYMES, es decir, 1,584,636. Del segmento Mipymes el 84% son microempresas, el 14% son pequeñas empresas y un 2% son medianas empresas.


“El 52.8% de las Mipymes de la región son dirigidas por mujeres y el resto por hombres. Es importante mencionar también que un 75.8% de los directores de estas empresas poseen estudios universitarios, de los cuales el 47.8% pertenece a mujeres y el 52.2% a hombres”, agregó Corrales.


Las MIPYMES exportan aproximadamente 7,996.6 millones de dólares cada año, lo que representa cerca del 25% del comercio exterior total de la región SICA.


“Los principales destinos de exportación de las MIPYMES son los Estados Unidos y los países de la región SICA, lo que significa que existe un comercio intrarregional que no solo representa una fortaleza para la economía de la región, sino también una oportunidad que puede aprovecharse de gran manera”, aseguró el funcionario.


Agenda regional con base a los ODS


El titular de SENPRENDE ante la interrogante si ¿se ha cumplido la agenda regional con base en los objetivos de desarrollo sostenible?, dijo que desde la agenda regional se ha aportado en algunos de los objetivos tales como: El ODS 14 vinculado con la vida submarina, en la que CENPROMYPE ha impulsado la inclusión de las Mipymes en los mercados nacionales, regional e internacional, promoviendo el desarrollo de la cadena regional de valor de la pesca.


También mencionó que en lo que se refiere al ODS 5 sobre igualdad de género, se ha impulsado el Programa de Empresarialidad Femenina, apoyado por el Gran Ducado de Luxemburgo, contribuyendo con la formación de mujeres para el fortalecimiento de sus iniciativas económicas y acceso a un fondo no reembolsable de capital semilla para que implementaran sus ideas de negocio.


Y con relación al ODS 4 de educación de calidad, se ha contribuido a través del trabajo realizado con universidades y centros escolares en la región mediante la promoción de la mentalidad y cultura emprendedora, a través de la formación de docentes y personal técnico de los Ministerios de Educación de la región.


Sin embargo, pese a los esfuerzos comunitarios, individuales y los aportes de Organizaciones no Gubernamentales y la empresa privada aún está presente el vacío gubernamental para atender las necesidades de empleo que enfrentan los jóvenes del país.


Por ello, es que, en muchas zonas del país, los programas de asistencia humanitaria y los proyectos de desarrollo promovidos por instituciones sin fines de lucro son las que empujan con mayor determinación desde el apoyo humanitario en situación de emergencia, hasta programas de apoyo para la inserción económica de mujeres y jóvenes.



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