José Rolando Orellana, es originario del municipio de Las Lajas, Comayagua, y tiene más de una década de trabajar en el Centro de Agricultura Urbana de la prestigiosa universidad.
Luego de migrar a los Estados Unidos, mediante becas de estudio ingresó a la Universidad de Emory, y en el Georgia Institute of Technology, también conocido como Georgia Tech, donde logró culminar con éxito dos maestrías, una en administración de negocios, y la otra en seguridad ocupacional.
Tegucigalpa. En su historia de migrante no hay marcas del agotamiento, sed y llanto que surge ante el cruce por el desierto, ni tampoco hubo afán por cruzar el río Bravo.
No se enfrentaba a la pobreza extrema, ni a la falta de empleo, pues su motivo para salir del país fue tan solo por conquistar las oportunidades que se asomaban en un país lejano.
Deseaba estudiar y trabajar, y así como se lo propuso lo logró, no sin antes enfrentarse a los momentos difíciles que surgen ante el choque cultural, escaso manejo del inglés y la tecnología.
Pero decidido a triunfar, con dedicación y sacrificio venció los momentos difíciles hasta ser contratado por uno de los centros universitarios públicos más prestigiosos de los Estados Unidos: la Universidad de Georgia, el lugar donde trabaja el hondureño José Rolando Orellana.
El cargo que desempeña en la reconocida universidad es de coordinador del programa de extensión en agricultura urbana, en el Centro de Agricultura Urbana, del importante centro educativo.
En el campus su labor está relacionada con la formación de estudiantes universitarios en temas relacionados con las enfermedades de la grama, control de plagas en plantas ornamentales y la irrigación.
Desde este espacio además contribuye de manera constante con las investigaciones e innovaciones vitales para el gobierno, la industria y las empresas de las áreas urbanas estadounidenses.
A través de la universidad “hemos realizado investigaciones en áreas de uso del agua y su correlación con las enfermedades en vegetales o plantas ornamentales”.
Trabajo ligado a la comunidad
Su desempeño profesional además está en conexión con otras instituciones de la industria agrícola urbana, y a su vez apoya a diversos proyectos comunitarios.
Por ejemplo, cumple el rol de educador en programas de capacitación a empleados de habla hispana, así como en la formación de personas que requieren de una licencia y certificación para la aplicación de pesticidas y químicos.
A nivel de la comunidad, además ejerce un rol de suma importancia, debido a que forma parte de la junta directiva de la Asociación de la Industria Verde de Georgia-GGIA, y coordinador del comité de programas de la Asociación de Arbolistas, de la cual también es miembro.
También colabora con el Concilio de Agricultura Urbana estatal, y es el actual presidente de la Asociación de Graduados de la Universidad Nacional de Agricultura que residen en los Estados Unidos.
En la actualidad además participa en un proyecto de incorporación de tecnología en la irrigación, el cual ha mostrado una importante visibilidad, mismo que será inaugurado en unos dos meses y medio.
“Nos enfocamos en incrementar las capacidades productivas y mejorar la eficiencia del uso del recurso agua. Le enseñamos a los productores y técnicos de jardinería a usar técnicas para mantener la productividad y reducir el consumo del vital líquido”, explicó.
Experiencias fuera de casa
Hasta antes de decidir migrar, José Rolando, tenía todo para triunfar en el país, pues se había graduado de ingeniero agrónomo y contaba con estabilidad laboral y financiera, es decir que le iba bien.
Sin embargo, para él no era suficiente lo que había alcanzado, y estaba decidido a conquistar las nuevas y mejores oportunidades que consideraba existían fuera de su patria.
Transcurría el mes de noviembre de 2002 cuando se despidió de su familia y su país Honduras para viajar hacia la ciudad de Orlando, Florida, en busca de mejores oportunidades.
En ese momento fue recibido en casa de familiares, pero luego se trasladó hacia Atlanta, Georgia, donde permanecían unos amigos donde al final logró establecerse y se ha mantenido durante las últimas dos décadas.
“Mi intención de migrar era para estudiar y trabajar, estaba joven, y tenía la impresión que en el mundo habían cosas más allá de lo que conocía en Tegucigalpa”, explicó el destacado hondureño.
Lo que nunca contempló fueron los retos a los que se enfrentaría al decidir viajar a los Estados Unidos. Y es que le tocó ganarse el sustento diario ejerciendo labores de jardinería, y también como obrero en la industria de la construcción pese a que nunca había trabajado en estas áreas.
Desde aquel momento a la fecha, lleva dos décadas fuera de Honduras y se ha instalado en la ciudad de Atlanta, Georgia, conocida como la capital del sur de los Estados Unidos, formando parte de una población aproximada de 7.5 millones de habitantes.
Educación a través de becas
Pero en esos años de arduo trabajo no olvidaba su objetivo principal por el cual había decidido dejar su patria y siempre aplicaba para becas de estudio, oportunidad que llegó al ser aceptado en la prestigiosa Universidad de Emory, institución donde logró cursar una maestría en administración de negocios.
Al concluir esta formación volvió nuevamente a trabajar en las obras de construcción y dos años más tarde logró otra maestría en seguridad ocupacional en el Georgia Institute of Technology, también conocido como Georgia Tech, que es el Instituto de Tecnológico de Georgia.
Los nuevos títulos académicos universitarios le permitieron a José Rolando alcanzar la inigualable oportunidad laboral que ha mantenido durante los últimos 12 años.
Sus jornadas laborales le consumen más del tiempo estipulado, pues se extiende hasta los fines de semana.
Cada día, por la estructura de su trabajo, desempeña una labor diferente “puede ser que llegue a una reunión y visita de campo, o por el contrario a una reunión de personal de la unidad o una colaboración, esto hace de mi trabajo algo único y estresado a la vez, pero que disfruto”.
Reconocimientos y sueños
Entre sus logros importantes mencionó la dirección de un proyecto de seguridad ocupacional en el área de jardinería, el cual que le generó grandes reconocimientos, pero en especial le dio una gran satisfacción personal debido a que apoyó a trabajadores latinos en las áreas urbanas de Georgia.
El año pasado, la Asociación de Arboristas de Georgia le otorgó un reconocimiento especial como integrante del año, por su importante aporte a la organización al formar parte de la junta directiva.
En la Asociación es además es director del comité de selecciones, es decir que todos los programas que desarrolla la entidad están a cargo de su comité.
“El 2021 fue un año muy bueno para la Asociación ya que se obtuvo el reconocimiento como un capítulo, después de pasar por un largo proceso”.
Pese a las múltiples responsabilidades no deja de soñar con alcanzar nuevos victorias en el área educativa “en la actualidad estoy en un proceso de aplicación para culminar mi doctorado en el manejo de plagas en plantas, o protección vegetal”.
Su familia de Las Lajas, Comayagua
El municipio donde dejó su ombligo José Rolando es el municipio de Las Lajas, Comayagua, una comunidad productora de café de montaña.
En su terruño conoció de las labores de la caficultura, debido a que su papá, Antonio Orellana, era cafetalero a bajo escala. Su madre Virginia Hernández Machado se dedicaba a las labores domésticas y el cuidado de los cinco hijos que integraban el hogar.
Aprendió las vocales y los conocimientos básicos educativos en la Escuela Domingo Vásquez que funciona en su municipio, y luego de cursar el ciclo común se trasladó a la capital para matricularse en la carrera de bachillerato que se impartía en el Instituto España Jesús Milla Selva.
Su formación académica se extendió a nivel superior, a través de la Escuela Nacional de Agricultura, ahora conocida como la Universidad Nacional de Agricultura de donde egresó como ingeniero agrónomo.
“La vida universitaria fue trascendental en mi vida profesional. Recuerdo las bromas entre compañeros, solíamos tirar a alguno a la famosa acequia, un canal de riego que pasaba enfrente del edificio de dormitorios”.
Al obtener el título de ingeniero logró una plaza laboral en la Dirección de Sanidad Vegetal del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria-SENASA, donde laboró durante dos años como oficial de diagnóstico fitosanitario y supervisor de cuarentena agropecuaria.
El resto de su vida ha transcurrido en el extranjero, pero sin olvidar sus raíces y sus deseos de hacer el bien. Por su desempeño, sueños y los logros basados en esfuerzo y permanente sacrificio José Rolando recibe este sitial de honor a través de Honduras Trascendental.
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