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Gladys Carranza: líder hondureña que a lo largo de su vida ha servido con el corazón, dando lo mejor en pro de los demás

  • hondurastrascenden8
  • 24 mar
  • 7 Min. de lectura

Es la doceava mujer, de la capital, en asumir la presidencia del Club de Leones de Tegucigalpa Decano, en 82 años de servicio que tiene esta entidad. Es licenciada en administración de empresas, y posee un master en gestión de proyectos, especialista en adquisiciones y comprador público certificado.

 

Tiene más de 36 años de ejercicio profesional, en el servicio público y como consultora en el ámbito local y con organismos internacionales. En los últimos tres años ha fungido como Asociada Senior de Adquisiciones, en Naciones Unidas, para Programas y Proyectos-UNOPS.

Tegucigalpa. Pensar en los demás bajo la generosa intención de ayudar ha sido su causa desde siempre. Y en los últimos ocho meses siguiendo las normas del código de ética que rige al Club de Leones de Tegucigalpa Decano, entre ellos la disposición y buena voluntad para el servicio, pues fue electa en el cargo de presidenta para el periodo 2024-2025.

 

Una hondureña que honra con su trabajo y sus acciones los principios cristianos. Además de ser dinámica, formal, segura de lo que quiere y con palabra de compromiso, tal como fue educada.

 

Con destacada profesional que hace honor a su título académico como licenciada en administración de empresas, y un master en gestión de proyectos, especialista en adquisiciones y comprador público certificado, pues son 36 años de ejercicio profesional los que avalan su desempeño en el servicio público y a nivel de organismos internacionales.

 

Prueba de ello, es que Gladys Georgina Carranza Salgado, desde hace tres años labora como Asociada Senior de Adquisiciones en Naciones Unidas, para Programas y Proyectos-UNOPS

  

Trayectoria profesional

Más de tres décadas de ejercicio profesional ha forjado Gladys, pues comenzó su vida laboral siendo una jovencita de 19 años. Su primer trabajo le otorgó el cargo de administradora de la oficina estatal de correos en Comayagüela, luego fue ascendida al puesto de administradora del centro de clasificación postal.

 

Su buen desenvolvimiento le llevó luego a fungir como  gerente administrativo en la Empresa Hondureña de Correos- Honducor. A partir de 1996 fui asistente y gerente administrativo en el Programa de Asignación Familiar-PRAF hasta el 2001.

 

En los meses siguientes se desempeñó como gerente administrativo en el Ministerio de Cultura Artes y Deportes llegando a 2002 como empleada del sistema público nacional.

 

Un año después, en 2003 retoma su vida laboral como consultora en materia de adquisiciones del Plan EFA (Education for ALL) en la Secretaría de Educación, tres años más tarde bajo el mismo cargo asume la titularidad del Proyecto Nutrición y Protección Social en la Secretaría de Salud, financiado por el Banco Mundial.

 

De manera posterior, en 2007 asume la coordinación de adquisiciones en el Programa de Administración de Tierras de Honduras-PATH, dependiente del Instituto de la Propiedad y financiado por el Banco Mundial, cargo que desempeño por más de 15 años. De 2022 a la fecha, se desempeña como consultora internacional.

 

Labor desde el corazón

El Club De Leones Tegucigalpa, Decano de Honduras, fundado el 18 de abril de 1942, es la institución a través de la cual Gladys desde hace más de una década permanece cercana con las personas y comunidades que requieren de la ayuda de buenos samaritanos. 

 

“Llegué al Club de Leones Tegucigalpa Decano por mi esposo, él era León y me invitaba a participar, inclusive el me inscribió y me dijo: le gustará, en efecto me gustó”.

 

Y es que ambos poseen el don de servicio y siempre han tenido la voluntad de servir a los demás “tratando en la medida de lo posible de compartir las bendiciones que Dios nos ha provisto”.

 

El Club de Leones de Tegucigalpa Decano lleva 82 años de servicio ininterrumpido, tiene 55 socios activos. Forma parte de Lions Club International, organización con 108 años de existencia, que tiene más de 1.4 millones de asociados, con más de 49,000 clubes repartidos en más de 200 países, siendo la Organización de servicio más grande del mundo.

 

“Los Leones servimos de manera voluntaria y diversa, principalmente enfocados en 8 causas globales, lo que permite marcar la diferencia, tanto en el ámbito local como internacional, dando como resultado de las acciones el cambio en las condiciones de vidas y comunidades así como el mundo que compartimos”.

 

El fundador del Club de Leones, Melvin Jones propuso una visión: “la de ampliar los horizontes de las personas para que miremos más allá y nos unamos en ayudar a los más necesitados”. por eso nuestro lema leonístico es “we serve” o “nosotros servimos”.

 

Cargos en el Club de Leones

Su primera responsabilidad dentro de la entidad fue ser electa Madre del Club, después se le otorgo el cargo de pro-tesorera hasta llegar a ser Presidenta de la Junta Directiva del Club de Leones de Tegucigalpa Decano, para el periodo 2024-2025.

 

“Un alto privilegio, por la larga trayectoria de la Organización” logrando  posicionarse como la doceava mujer, en 82 años de existencia, que ostenta esta distinción.

           

Durante los últimos ocho meses que lleva su gestión ha logrado desarrollar más de 100 actividades de servicio social, humanitario y de apoyo a la comunidad.

                 

Enmarcadas en las ocho causas globales de ayuda ante padecimiento como: diabetes, afecciones de la visión, cáncer infantil, y problemas comunitarios relacionados con medio ambiente, hambre, auxilio en caso de desastres, juventud y servicio humanitario

 

Bajo estas iniciativas de proyección social han sido beneficiados miles de personas, además se ha repotenciado el Club, se ha mejorado la infraestructura y se han creado las bases para que siga operando por muchos años más. Con una inversión de tiempo, esfuerzo  incalculable, así como financiero, aportado por los socios o a través de alianzas estratégicas con empresas, entidades e instituciones.

 

“He sensibilizado el lema de mi gestión ´sirviendo con el corazón, dando lo mejor´ porque servimos para brindar esperanza, cambiar vidas, transformar, inspirar y hacer posible lo difícil y creo firmemente en el servicio desinteresado en favor de los más necesitados, en impulsar tareas, actividades y acciones enmarcadas en los más altos valores éticos, morales y culturales que deben ser la carta de presentación de todo León al servicio”, manifestó.

 

Su amada abuelita

Gladys nació  en un mes de grandes acontecimientos mundiales, entre ellos el lanzamiento del Apolo 13, en París se implantó el primer marcapasos cardíaco que funcionaba con plutonio, y en su caso aunque nació el 23 de abril de 1970, fue inscrita de manera legal con un registro de llegada al mundo en fecha  24 de abril de 1970.

 

Siendo una bebé su padre fue reclamado por el Señor, y ante la ausencia física de su papá, y a la vez la lejanía desde ese momento de su progenitora, su abuelita paterna Filomena Ponce (QDDG), asumió como ninguna el rol más grande de su vida, se volvió su mamá y lo desempeñó con calificación de cien de cien.

 

A su lado también permaneció su tío, hermano de su papá, llamado Pedro Carranza, con quienes convivió de manera permanente hasta los ocho años, en la comunidad El Quebracho, Aldea Joya Grande, municipio de San Antonio de Oriente.


Esta comunidad queda a la altura del kilómetro 19 carretera hacia el oriente del país, al pie de la Reserva Biológica de Uyuca, en dirección hacia Danlí.

 

En este lugar, aseguró  fue feliz, con sus hermanos y tíos “en especial mi tío Pedro con quien tuvimos siempre una gran conexión”.

 

La separación de sus dos grandes amores, abuela y tío, se debió a que fue enviada a estudiar a Tegucigalpa, y aunque en el transcurso de la semana los veía para ella era una tortura “cada vez que dejábamos de vernos lloraba porque no deseaba separarme de ella, y siempre me decía: hoy no lo comprende, pero después lo comprenderá, es por su bien, y pasaba resentida porque me alejó de su vida diaria, pero al cumplir 40 años lo comprendí, tenía razón, fue por mi bien”.

 

“Mi abuela era una matriarca, digna de ejemplo, una mujer trabajadora, exitosa y con carácter, no me dio el ser, pero me enseñó a ser, no existe día en que no recuerde sus enseñanzas, las que atesoro y he puesto en práctica toda mi vida”, manifestó.

 

Ella es la menor de tres hermanos y la única mujer, y aunque “la vida nos separó, por lo que crecimos en diferentes ambientes, pero los tres sabemos cómo está el otro y es de gran satisfacción saber que nos encontramos bien”.

 

Felicidad plena que decretó siendo niña

Sus sueños de niña eran tener una casa bonita, formar una familia, ser feliz, una  vida hermosa, “pero con el tiempo nos damos cuenta que es un sueño nada más, y que en la vida se padece más de lo que se es feliz y que todas las pruebas son necesarias para formar carácter”.   

 

Y aunque ella no lo menciona, cada sueño se concretó en especial el de formar una familia y tener una vida hermosa, ya que en su vida de familia nuclear comparte su día a día con su compañero de hogar Román Álvarez, “con quien hemos creado un bonito vinculo, de amor, respeto y camaradería, Dios nos bendijo al permitir que nos encontráramos en la vida y que camináramos de la mano, somos totalmente complementarios”.

 

De esta unión nacieron tres hermosos hijos, que hoy son personas adultas, profesionales de bien e independientes. 

 

El primogénito tiene 37 años, profesional universitario a nivel de post grado y especialista financiero, con trabajo de mucha responsabilidad, padre entregado, “siguió mis pasos se hizo consultor financiero en programas con financiamiento externo”.

 

La segunda hija tiene 35 años, es doctora, con dos master y actualmente sacando una especialidad, se desempeña en dos trabajos uno gerencial y el otro donde brinda servicios de salud.

 

La pequeña tiene 30 años, es ingeniera civil, con maestría, ostenta un cargo gerencial en una empresa de construcción.

 

“Los tres han cumplido sus metas profesionales y están donde ellos desean, que al final es lo que uno como madre fomenta. Segura estoy, que  si se me diera la oportunidad de nacer, nuevamente sería madre joven, independientemente de todos los obstáculos, y lo difícil que se torne la situación, al final lo cubre el ver a cada uno de los hijos, ser adultos y valerse por sí solos en la vida”, confió.

 

“Es la mayor satisfacción y aun y cuando  no les ha sido fácil han aprendido a vivir y desde mi punto de vista lo hacen muy bien”, enfatizó.

 

Amor de abuela

Sus hijos también concretaron otro de sus más grandes sueños, luego de ser madre, convertirse en abuela y en la actualidad disfruta de sus hermosas nietas; Fabiana Lucía Morel Euraque y Giovanna Acosta Martínez.

 

“Hoy cuento con dos bellos ángeles”, dijo al referirse a sus dos nietas quienes a la par de los tres frutos de su vientre son su mayor fortaleza.

 

Junto a ellos además transcurren los momentos más felices de su vida. Sin olvidarse de Dios, pues asegura que su fidelidad y su gracia le han permitido llegar hasta el día de hoy.

 

Por pasatiempo mencionó jugar sudoku (juego matemático que se inventó a finales de la década de 1970, pero retomó su popularidad en los años 2000).

3 Comments

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Guest
Mar 25
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Que bonita historia, que bonita familia, que gran persona y que gran profesional, muchas felicidades

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Guest
Mar 24
Rated 5 out of 5 stars.

Una gran profesional y un ser humano extraordinario!!!

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Guest
Mar 24
Rated 5 out of 5 stars.

Felicitaciones, una digna representante de la mujer hondureña

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