El pintor autodidacta originario de Orica, Francisco Morazán, crea valiosas obras de arte, plasmadas a gran escala en sus murales.
Tegucigalpa. Un nuevo concepto ha tomado como inspiración el destacado pintor hondureño Erick Ramírez para plasmar en sus inigualables murales. Se trata de la belleza de los rostros de las mujeres garífunas.
El inigualable artista autodidacta originario de Orica, Francisco Morazán, ha logrado plasmar, en sus nuevas obras pintadas sobre paredes y muros, imágenes propias de la etnia que se muestra al mundo a través de su música, vestimenta, y gastronomía.
El joven que sueña con hacerse de un nombre en el mundo de las artes hondureñas sigue creciendo con su propio esfuerzo, y en cada apuesta logra captar el interés de vecinos y extranjeros.
“Mis últimos murales destacan la cultura garífuna, también me contrataron para pintar varias figuras en un gimnasio”, reveló. Para él cada pintura es un reto, porque le gusta que sean únicas y en esta ocasión ha vuelto a demostrar su gran talento.
La Cultura Garífuna fue declarada como Patrimonio Cultural Intangible de la Humanidad por la UNESCO.
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