Con 16 años busca catapultar su futuro a través de su participación en el mundo del emprendedurismo hondureño. Su propuesta lleva como sello invaluable la ayuda permanente de su mamá Martha Idalia Lanza y sus hermanos Milton y Paola.
Tegucigalpa. Una copia adicional del cromosoma #21 pudo definir a Ana Isabel Velázquez Lanza, sin embargo, ella con su arrolladora personalidad y potencial único, por el momento, además de sus estudios ha decidido destacar en el mundo microempresarial con los envasados artesanales.
Su marca Anai'S esta presente en el Bazar del Sábado, en Tegucigalpa, a través de la plataforma que les ofrece el proyecto Dejando Huellas. Su oferta de emprendedurismo incluye; encurtidos, mermeladas, caramelos de tamarindo, cócteles, y rompope, entre otros productos.
En la actualidad, además se prepara para en un futuro cercano poner en práctica sus conocimientos sobre procesadores de texto, brindar soporte técnico, instalación de redes y diseño web, ya que cursa el bachillerato técnico en informática, en el Instituto Polivalente Nuevo Paraíso del municipio de Morocelí.
También se ha ganado el reconocimiento en la danza folclórica, ya que formó parte del grupo de baile de la Casa de la Cultura del municipio de Danlí, El Paraíso.
Otra de sus pasiones es el arte del dibujo y la pintura, destrezas que ha ido reforzando con su participación en talleres artísticos.
Dedicada
La participación de Ana en el emprendimiento surge al momento del empaque de los productos y como ella se caracteriza por ser detallista siempre se esmera en que todo se vea perfecto, y aunque aún no logra dominar el habla tiene códigos perfectos de comunicación para expresarse con su familia, amigos y docentes.
De acuerdo con su madre Martha Idalia Lanza se decidieron por este tipo de iniciativa de pequeños negocios debido a que a Ana le encantan los quehaceres del hogar.
“Es una niña bien independiente, durante la semana ella se encarga de su aseo personal, del mantenimiento del orden de su cama y el fin de semana siempre quiere hacer el aseo y se molesta si le dejamos trastes sucios”, explicó su progenitora.
El fin de semana además viajan a Tegucigalpa, para participar en Bazar del Sábado, gracias a la gestión de los esposos Yajaira Amador y Lázaro Posadas, “una familia llena de amor que nos ha invitado a participar en el grupo Dejando Huellas”, explicó Lanza.
En total son 7 familias las que participan en la venta de productos artesanales, entre ellos Ana y su mami.
Personalidad
Ana es alegre, cariñosa, le encanta bailar, maquillarse y le fascina lucir ropa ajustada. Siempre se esmera en su vestuario, pues le gusta andar combinada y con una presentación impecable.
Por su gusto por la moda ha sido parte de los modelos de la pasarela Dejando Huellas que se realiza en el marco del Día Mundial del Síndrome de Down. También ha modelado en certámenes de belleza en Morocelí.
Su madre la describe como una niña que a pesar de su diagnóstico ha demostrado a la sociedad que no se deben de tener límites y “con sus acciones en vez de hacer el ridículo llega a robarse el show”.
Enfatizó que además es una niña educada, con los mismos principios que se formaron mis dos hijos anteriores a quienes también amo. “Ella sabe diferenciar, sabe quién le da cariño, no recibe nada a nadie solo con autorización y ha sido formada bajo los principios católicos”.
Luchó por su vida
“Es una niña resucitada le digo yo” son las palabras de la mamá de Ana al recordar lo que enfrentó con el nacimiento de su tercera hija, hoy día siendo una jovencita.
El diagnóstico era desalentador, la niña llegó al mundo con una afección cardíaca que amenazaba su vida. A los 42 días de nacer fue llevaba a quirófano para someterla a una intervención quirúrgica a corazón abierto, ya que tenía sus arterias unidas por lo que fue una operación de alto riesgo y para su recuperación fue necesario mantenerla casi dos meses en cuidados intensivos.
"Su primera cirugía fue realizada en el Hospital Escuela y el cirujano me dijo que era de alto riesgo, pero mi convicción de fe estaba conmigo y muy valiente le respondí al doctor que la operara porque ya se la había entregado al Señor y que si era mía me la devolvería", agregó su progenitora.
La experiencia de operación riesgosa y de varios días de hospitalización volvió a repetirse, a los 11 meses de edad nuevamente fue operada a corazón abierto, pues debía completar el tratamiento que requería para crecer sin la condición de salud, aunque no con el grado de dificultad de la primera vez.
Otro momento difícil, pero que superó gracias a la pronta asistencia que recibió con ayuda de su familia fue cuando presentó una parálisis facial.
Formación académica
Desde el momento en que inició su formación académica se esforzó por lograr la inclusión “en el kínder por su condición los niños le tenían miedo, y en todas partes pasaba lo mismo, pero le enseñé a compartir con los niños para que se creará la confianza y lo lograba”, dijo su mamá.
En la primaria además destacó en las participaciones artísticas integrando el cuadro de danza, y en los desfiles patrios a la fecha ha continuado formando parte del cuadro de palillonas, y también ha honrado a la patria siendo pomponera.
Con sus responsabilidades académicas siempre ha sido exigente e independiente y con sus profesores obediente. Este año, cursa el décimo grado de informática y con un desempeño exitoso.
Es importante destacar que a la par de sus compromisos escolares se ha dado a la tarea de informar y sensibilizar a sus compañeros de clase y centros educativos sobre el Síndrome de Down, provocando que cada año su centro estudiantil conmemore junto a ella el Día Mundial dedicado a las personas que tienen un cromosoma adicional.
"Ese día todos nos vestimos de amarillo y en los vehículos se colocan listones del mismo color", explicó su más grande admiradora y vocera, es decir su mamá, quien además de ser su cómplice de la vida es la encargada de narrar con palabras lo que Ana aun no logra exponer de manera verbal.
Otro importante logro en la comunidad que surgió con la vida de Ana es que las actuales autoridades municipales, bajo la dirección del alcalde Janio Rolando Borjas y la vicealcaldesa Lesly Salgado les construyeron un aula especial y les ha contratado una maestra para atender a niños con capacidades especiales.
Inclusión desde el hogar
Alcanzar las mismas posibilidades y oportunidades para realizarse como los jóvenes de su edad sigue siendo un reto para Ana, sin embargo, ella posee, desde que nació, un equipo de coach que no le han permitido rendirse, pues su madre y sus hermanos Milton y Paola han estado presente para acompañarla de manera incondicional.
Son ellos mismos quienes además le han conducido por una ruta donde no existen los imposibles, donde los momentos difíciles que pudieron representar las terapias se convirtieron en oportunidades para invitarle a descubrir el mundo pese a los temores que pudieran sentir.
"Siempre hemos cumplido con sus terapias y le hemos enseñado a perder el miedo a la naturaleza", comentó su madre para luego comentar que su guerrera ha recibido hasta terapia con los delfines.
Amorosa
El amor que ha recibido Ana en casa se ha multiplicado, pues ella se ha encargado de ofrecer esas mismas expresiones de afecto en la comunidad y entre los docentes que han formado parte de su vida escolar, así como entre sus amigos.
Sus sobrinas Mia y Hanah Zambrano también son participes de los mimos y expresiones de afecto que les entrega de manera especial, pues el lenguaje universal ella siempre tiene espacio para brindar abrazos, atenciones especiales y demostraciones cariñosas.
Con la llegada de Ana a su hogar las lecciones para su familia han sido múltiples y siempre han sido positivas a pesar de los momentos difíciles, por lo que su madre no dudo en invitar a los padres que tienen hijos con una condición a no dejarse vencer por las miradas inapropiadas o el Bullying, pues "nuestros hijos merecen las mismas atenciones y tienen los mismos derechos, por tal razón no los marginemos, salgamos adelante con ellos porque si se puede solo necesitamos ver mas allá junto a ellos".
Para Honduras Trascendental ha sido un privilegio conocer algunos momentos de la vida de Ana Isabel, mismos que son compartidos a través de esta publicación. Un ejemplo de resiliencia, valores familiares, tenacidad y de una lección de vida inspiradora que esperamos disfruten nuestros fieles lectores.
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