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  • Foto del escritorHonduras Trascendental

Ingeniera hondureña triunfa como maestra de matemáticas en Florida, Estados Unidos

Claritza Carolina Duarte Rivera lleva más de seis años dedicada a la enseñanza. En fecha reciente fue nombrada como Maestra Novata 2021-2022.



Tegucigalpa. Un intento de secuestro la obligó a salir del país sin saber que pasaría una semana después. Su hijo de cuatro años fue lo único que no estaba dispuesta a dejar con el intempestivo viaje.


Una visa de turista fue el pase de ingreso temporal a los Estados Unidos para ambos, autorización que le facilitaba el gobierno estadounidense con un tiempo legal de estadía de seis meses ininterrumpidos.


El 23 de enero de 2012 fue el momento de su inesperado viaje, cargando apenas dos maletas de ropa, -pero no veníamos solos, Jehová venía delante de nosotros-.


La petición de asilo, como una forma de estatus migratorio legal, fue la opción que tomó como decisión sabia que meses más tarde le permitiría soñar con un destino diferente al que se enfrentó en sus primeros meses residiendo en el país del norte.


-Comencé limpiando casas, luego cuidando bebés en un Daycare (guardería) para estar cerca de mi hijo-, recordó Claritza Carolina Duarte Rivera, la hondureña que de aquel proceso difícil logró sacar su mejor versión, preparándose y dando lo mejor hasta ser reconocida como la Maestra Novata 2021-2022 en Florida, Estados Unidos.



Lucha en el extranjero


Fuera de su tierra natal y alejada de sus conocimientos profesionales, Claritza dejó en el camino incontables noches de desvelo buscando un nuevo título que le permitiera trabajar en la docencia, además de las largas jornadas de trabajo para lograr suplir las necesidades básicas.


-Yo oraba cada vez que tomaba la escoba, y le decía a Dios, Señor sé que esto será temporal, sé que un día esto cambiará-.


Sus oraciones antes de cada faena, eran el complemento de las plegarias que su madre Sonia elevaba al cielo cada vez que la veía salir de casa con los implementos de limpieza.


-Mi mamá lloraba al ver a su ingeniera civil, la que cuidó con tanto esmero y que nunca había hecho quehaceres domésticos, que ahora se dedicaba a limpiar casas-.


Del sufrimiento que representaba para su mamá sobre sus nuevos trabajos Claritza se enteró años después, pues su progenitora no le demostraba el dolor que cargaba en su corazón.


Luego llegó a Tavares Middle School, en Florida, como maestra asistente de los alumnos que hablan una segunda lengua, y la directora del centro escolar luego de apreciar su dedicación le ofreció una plaza como maestra titular, ya que podía ejercer la docencia durante un año sin reunir todos los requisitos.


La tentadora propuesta la llevó a reflexionar y a decidir no aceptar la oportunidad que se le presentaba, porque consideró que no estaba preparada, -pero la idea me rondaba en la cabeza y me dije a mi misma, si lo voy a hacer, pero antes me voy a preparar, pues en todo lo que hago trato de poner lo mejor de mí-.


Para lograr el nuevo plan tuvo que readecuar sus jornadas diarias, pues fue necesario sacar adelante sus estudios y el trabajo hasta alcanzar el certificado de maestra. -Pasar exámenes de certificación, de escritura en el idioma inglés no me fue fácil-.


Sin embargo, uno a uno fue superando las barreras, hasta recibir la certificación como maestra de matemáticas y español otorgado por Seminole State College en la Florida.


Lo mismo sucedió con su master, ya que le tocó culminar este proceso educativo con la Universidad Pontificia de Salamanca en España al mismo tiempo en que batallaba con los síntomas de la Covid-19, pero al final alcanzó su maestría internacional para profesores de lengua y cultura.


-Pero por sobre todo logré que mi madre se sintiera orgullosa de mí y en quien me he convertido, una mujer trabajadora que colabora con el desarrollo del futuro del mundo: nuestros niños-.


A partir de ese momento todo ha ido en ascenso progresivo,-comencé ganando ocho dólares la hora hasta lograr un salario mensual como maestra de matemáticas y pre-algebra-.



Problemas legales


Sin una respuesta de asilo por parte del gobierno, Claritza enfrentaba la vida muy decidida a no dejarse vencer, y frente al desafío de que su hijo estudiara se atrevió a tomar el volante sin una licencia vigente del Estado.


Aquella decisión, que aunque era la única manera que había encontrado para llevar a su pequeño a clases, le generaría un problema legal hasta llegar a la Corte.


-Un policía me paró, y verificó que no tenía una licencia vigente del Estado y fui a la Corte a enfrentar un cargo que aquí es criminal-.


Sin embargo, se aferró nuevamente a su fe y gracias a su justificación fue amonestada con la prohibición de no manejar, pero aquello significó –caminar largas distancias a pie para llegar al supermercado durante un buen tiempo, y mi hijo dejó de asistir a la escuela y eso me partía el corazón-.


Pero aunque deseaba cumplir con las restricciones que le habían impuesto una emergencia médica con su niño la obliga a sacar nuevamente el carro que permanecía guardado en el garaje y ese atrevimiento siguió sucediendo durante un tiempo.


-Comencé a llevar de nuevo al niño a la escuela y hacer nuestra vida normal hasta que sucedió lo temido, nuevamente me paró la policía y nuevamente me tocó ir a Corte-.


-Allí sentí que el mundo se me venía abajo, porque no sabía que iba a suceder, todavía no tenía una respuesta concreta a mi solicitud de asilo-.


Las oraciones de su madre, y hermanos de la iglesia, de acuerdo con Claritza le permitieron tener mayor claridad sobre como actuar ante el problema que no mostraba una salida favorable.


-Pospuse la cita a la Corte y aunque no había probabilidad alguna que mis documentos salieran los recibí a tiempo para la cita, y esto me ayudó para que me cambiaran el cargo y pasó de ser una acusación por no tener una licencia a una que indicaba tan solo de no portarla-.


Nuevas experiencias basadas en el esfuerzo diario


Es su sexto año dedicada a las enseñanzas de las ciencias exactas, cuatro dando clases y el resto como asistente, en la Tavares Middle School, cumpliendo un horario de 8:45 de la mañana a 4:30 de la tarde, de lunes a viernes.


Sin embargo, por su entrega y dedicación a lo que hace, su jornada laboral en ocasiones se extiende hasta después de llegar a casa, ya que siempre se esfuerza por hacer de las matemáticas una materia atractiva e interesante para sus alumnos.


- Como docente trato de comenzar cada día con actitud motivadora y llena de entusiasmo de manera que los estudiantes no vean la clase aburrida. Además, utilizo una serie de herramientas, el arte o la plastilina para simplificar las operaciones matemáticas y expresiones algebraicas-.


Y así como ha logrado ejercer la docencia de manera más didáctica, a favor de encontrar el interés de sus alumnos para que resuelvan operaciones que involucran números, signos y letras, también ha estrechado lazos de amistad y admiración por el resto de sus colegas docentes.


-Mis ahora colegas lograron influenciarme en esta hermosa carrera. La dedicación y el esfuerzo continuo fueron valores que vi en ellos. Esta escuela funciona como una gran familia que va hacia una misma ruta, con el fin de ofrecer a los estudiantes una educación de excelencia-.


Por esta razón, en la actualidad sus mejores y peores días giran en torno a su labor como educadora de las presentes y futuras generaciones.


-Mi mejor día es cuando un padre de familia me da las gracias porque su hijo o hija logró escalar en su examen estandarizado del Estado en el área de matemáticas, y en cambio mi peor día es cuando algún alumno o alumnos demuestran mal comportamiento-.

Recuerdos de infancia en Honduras


Por ser hija única, del matrimonio conformado por Sonia Rivera Soto y Francisco Antonio Duarte Guillen,-había una sobreprotección de parte de mis padres hacia mí-


Por ello, cada uno tomó un rol diferente en su formación -mi madre se esmeraba por desarrollar mi vida espiritual y mi padre con su constancia formaba mi carácter en el ámbito académico-.


De esos esfuerzos surgieron importantes frutos, notas de excelencia académica en la primaria y secundaria, así como su máximo desempeño a nivel espiritual- en mi adolescencia fui líder de grupo de crecimiento de jóvenes y participé del grupo de ujieres de mi iglesia-.


Al llegar la etapa de diversificado su padre le ordena estudiar la carrera de perito mercantil y contador público, -me dijo, vas a tener que estudiar comercio pues yo estoy mayor y si por alguna razón te falto con esta carrera vas a conseguir empleo y continuar la universidad-.


-No sé si fue sabiduría de su parte, o por otro lado que sus palabras se convirtieron en decreto, pero lo cierto es que mi padre murió el día de mi graduación de perito mercantil en el año 2000-.


En la universidad no le fue mal, sin embargo, las matemáticas no eran su fuerte -se me hizo difícil, pero no imposible y la mano de Dios siempre estuvo allí y lo logré-, es decir alcanzó el grado de ingeniera civil.

Con su formación universitaria trabajó como asistente administrativo en la Sub Secretaría de Salud, y luego fue gerente general de dos negocios que abrió por su propia cuenta.


También trabajó en un proyecto del Banco Mundial a través del Instituto de la Propiedad que cerró durante la crisis política que se vivió en el país durante el Golpe de Estado.


Sus últimos títulos académicos son como: maestra de matemáticas y español otorgado por Seminole State College en la Florida, y el master internacional para profesores de lengua y cultura españolas otorgado por la Universidad Pontificia de Salamanca en España


Su hijo, su mayor orgullo



Su primogénito, José Luis, en la actualidad tiene 14 años y es su mayor orgullo, en especial por su fe e infinito amor a Dios.


-Mi hijo es mi mayor bendición, académicamente le va excelente, pero sobre todo ama a Dios con todo su corazón, él sabe a dónde recurrir en momentos de necesidad-.


De acuerdo con Claritza, en una ocasión su madre y su hijo salieron a caminar juntos, el menor iba sobre su patineta y de un momento a otro cayó y se golpeó a la altura del estómago, y estando a punto de desmayarse,-mi hijo le dijo ¡ora abuelita Sonia, ora!-.


En ese mundo de sus amores y tesoros más preciados también reinan sus padres de quienes tiene sus mejores ejemplos de trabajo honrado, -mi mamá trabajó durante 33 años en el Ministerio de Gobernación y Justicia, ella es una guerrera incansable, con una fe inquebrantable-.


Por su parte, su papá le enseñó a ser determinada, -cuando me veía desanimada a estudiar me decía agáchese ahorita ante los libros, para que cuando este grande no se agache ante los hombres para sobrevivir-.


Esa filosofía de vida ante la educación para vencer la pobreza, de acuerdo con la destacada docente hondureña, su padre lo aprendió por su propia vivencia ya que cuando niño le tocó vender agua del río y calzar botas de hule.


-Por eso él me narraba de niña como la educación cambió su vida y pasó a ser un licenciado en administración de empresas. Esto me inspira a ser una educadora, ya que la educación es la herramienta por excelencia con la cual podemos cambiar el destino de la sociedad y de una nación-.


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