Catracho triunfa con sus servicios técnicos en el sector tecnológico estadounidense

Labora desde hace 18 años en Advanced Imaging Solutions-AIS, y posee una certificación para reparar o darle mantenimiento a más de 75 fotocopiadoras multiusos, de diferentes marcas.

Tegucigalpa. El constante desarrollo de las tecnologías de la información ha sido aprovechado por Roger R. Romero Cruz, un hondureño que llegó a los Estados Unidos buscando una oportunidad de negocio, pero que unas semanas después sus planes cambiarían aprovechando la aprobación del Estatus de Protección Temporal-TPS que se otorgaba por primera vez.

A partir de ese momento entró al mundo de la prestación de soluciones tecnológicas, en su caso especializándose en el manejo de fotocopiadoras. A la fecha, posee una certificación para reparar o darle mantenimiento a más de 75 fotocopiadoras multiusos, de diferentes marcas.

Y lleva 18 años como supervisor de técnicos en Advanced Imaging Solutions-AIS, por lo que tiene a cargo cinco especialistas en reparación de máquinas de fotocopiado.  

Tiene 27 años de residir en USA

Llegó a Estados Unidos el 6 de septiembre de 1998, su viaje fue planificado para realizar unos días de turismo en Los Ángeles, California, y luego ver la posibilidad de invertir en la compra  de vehículos.

Su salida del país fue con la compañía de su cuñado y ambos serían alojados en el departamento de un amigo de infancia. La estadía se había extendido y el 30 de octubre azotó a Honduras el devastador huracán Mitch.

Por ello, decidieron poner en pausa la idea de negocio y gracias a este terrible acontecimiento causado por un fenómeno natural en su amada patria, el gobierno de los Estados Unidos aprobaba una semana después el Estatus de Protección Temporal-TPS “programa que me permitió trabajar en este país y después logré traer a mi esposa Leyla e hijos Michell, y Eduardo” quienes representan para él su combustible de vida. Desde 2007, a la fecha, reside en la ciudad de Las Vegas, Nevada.

Vida laboral desde 1988

Su primer trabajo lo obtuvo en su tierra natal Honduras en 1988, en la Constructora Colindres y Asociados, y fue el encargado de ingresar los datos contables de varios proyectos en el sistema digital de la empresa. Por ello, conoció de montos de inversión en la ejecución de colonias como; la Villa Olímpica, Residencial Las Hadas, y Residencial Viera.

En 1990 se trasladó al Hotel La Ronda donde fue contratado para ejercer la misma labor de digitalizar datos, donde laboró por espacio de un año. Su tercer empleo llegó al ser elegido como empleado por la Trefiladora Centroamericana, para el departamento de cómputo y era encargado de administrar el sistema contable de esa empresa.

“En este corporativo era parte del grupo COMISA, con sede en San Pedro Sula, y lo conformaban empresas como; Derimasa, Dibisa, Mármoles de Honduras, Galvanizados de Honduras, y otras empresas más, laboré de 1991 a 1994”, expresó.

Una nueva experiencia llegó al ser contratado en Seguros Crefisa, en el departamento de mercadeo, de 1995 y hasta 1998.

En ese último año viajó a los Estados Unidos donde aprendió a trabajar en máquinas fotocopiadoras, en la empresa Smart Business Systems y recibió entrenamiento certificado de fotocopiadoras Multi-Uso (Copier, Printer, Fax, Scanner) de las marcas Panasonic, Copystar, y Kyocera.

Un tiempo después fue contratado por la empresa Advanced Imaging Solutions-AIS en donde aún labora, es decir que lleva 18 años laborando para esta misma compañía. En sus inicios prestaba servicios como técnico de productos digitales, labor que desempeñó durante 8 años, después fue promovido a supervisor de técnicos, cargo que desempeña hasta la fecha.

“Soy uno de los dos supervisores, tengo en mi equipo a cinco técnicos especialistas en reparar fotocopiadoras, mi labor consiste en asegurarnos que cada técnico provea un servicio óptimo, el slogan de la empresa es: Proveer productos y servicio para que el cliente se enamore de ellos”, expresó.

Al mismo tiempo ha continuado recibiendo entrenamiento en los productos de Kyocera, Taskalfa, Konica-Minolta, Xerox y HP, por lo que en la actualidad está certificado para darle mantenimiento o reparación de más de 75 fotocopiadoras multiusos, de las diferentes marcas con las que he trabajado.

“También he recibido cursos de servicio al cliente y un curso intensivo de selección, manejo y desarrollo de personal”, dijo.

Capitalino de nacimiento

Al cumplirse el día 12 del primer mes de 1970 nació Roger. Uno de los primeros bebés que recibieron los médicos del entonces recién inaugurado hospital del Instituto Hondureño de Seguridad Social, ubicado en el barrio La Granja.

Fue el primogénito y el único hijo de la unión matrimonial entre José Adrián Romero Yánez (Q.E.P.D) , “el Chele para los amigos” y Sonia Isabel Cruz Gonzales, ya que sus papás luego de seis años decidieron separarse y formaron cada uno otro hogar.

“Cuando mis padres estaban juntos vivíamos en la colonia Rodríguez, cerca del barrio Villa Adela, al separarse, mi madre se instaló en la colonia San José de la Peña y mi padre se instaló en el barrio Guanacaste, y unos dos años después se instaló en el barrio Guadalupe”, ”, explicó Roger.

Por esta razón, su infancia transcurrió en estos puntos de la ciudad, “alternando mi estadía una semana o dos, dependiendo de la gavilla, con cada uno de mis padres, porque al ser hijo único encontraba en mis amigos contemporáneos esos hermanos que en ese entonces no tenía”.  

Este apego emocional con los amigos de acuerdo con el compatriota le generaba conflicto, ya que cuando pasaba más tiempo con uno de los dos papás, el otro lo cuestionaba.

Aseguró que de ambos padres recibió mucho amor, que le daban rigor cuando era necesario, pero fueron quienes le inculcaron valores familiares y sobre todo a trabajar para ganarse todo lo que deseaba.

“Tuve la fortuna que cuando ellos escogieron sus nuevas parejas buscaron personas que me trataran con respeto, y gracias ellos cuatro recibí ejemplos de superación, de persistencia, y de honestidad”.

Sumándole que les regalaron a sus cuatro hermanos, “una hermana por parte de mi madre y 2 hermanas y 1 hermano por parte de mi padre”.

Su bicicleta Chopper

Una bicicleta Chopper, color roja, que su papá logró armarle con piezas recicladas fue su compañera de aventuras, y la que le dejó gratos recuerdos, pues con ella se desplazaba junto a sus amigos de infancia por las calles del barrio Guadalupe y las zonas aledañas.

También lograba llevar su apreciado medio de transporte a la zona donde residía su mamá y junto a sus otros amigos de la colonia San José de la Peña emprendían camino hasta la Basílica de Suyapa. 

En ese entonces además disfrutaba del fútbol, “jugué federado en las categorías infantil con el equipo Atlético Nacional con sede en la colonia Alameda, entre los años 1978-1983”.

El baloncesto fue otro de sus deportes favoritos en su niñez, el cual lo practicó en la Escuela República del Perú, en la colonia El Pedregal, sin dejar de lado los juegos tradicionales como; las escondidas, el famoso chimiricuarta, y landa, entre otros.

Luego entrando a la adolescencia su papá le cumplió uno de sus sueños que era aprender a conducir un vehículo “cuando tenía 13 años que mi padre me dejó ponerme tras al volante de un pick up Daihatsu que él le llamaba Pichirilo, en el redondel del campo del Primer Batallón, en la salida a Mateo a las 6:00 de la tarde”.

Años después por su propia iniciativa se cumplió a sí mismo el anhelo de manejar una motocicleta y su afición por las computadoras.  

Ex alumno del Instituto Central Vicente Cáceres

En uno de los centros educativos referentes del país fue donde cursó la educación media, de 1983 a 1988. Las aulas de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras-UNAH fueron también parte de los espacios en donde recibió formación durante tres años, formando parte de los alumnos de la carrera de Ingeniería en Sistemas, pero que no logró culminar el plan de estudios por su trabajo.

Lo que sí logró completar fueron diversos cursos del área de computación y “tomé uno intensivo de inglés, en el Instituto Hondureño de Cultura Interamericana-IHCI”.

Lector desde los 14 años

Simpático, ordenado, respetuoso, un hombre de trabajo y de familia, así se describe Roger, un capitalino que desde que tenía 14 años aprendió el hábito de la lectura “mi primer libro fue “Atrévete a ser diferente” del Pastor Fred Hartley, una obra muy interesante que ayuda a los adolescentes a formar su carácter y no depender de las opiniones externas”.

Otro texto que llamó su atención fue “El Código Da Vinci” del escritor estadounidense Dan Brown. En su lista de favoritos también está “El Secreto” de la escritora australiana Rhonda Byrne y “Caballo de Troya” del escritor español JJ Benítez.

Poco común

Como dato curioso de él es que tiene el hábito de ponerse el reloj en dirección opuesta, con las manecillas apuntando al contrario.

“Si miras mi reloj, puesto en mi mano izquierda, las 12 horas están donde debería estar las 6”, manifestó.

Esta manera de colocarse este accesorio en su mano izquierda sucede desde niño “y la gente cuando lo nota me dice, creo que andas el reloj al revés”.

Cita

“Soy feliz haciendo lo que hago, me encanta compartir con mi esposa, me gusta disfrutar de la vida, de mis hijos, y de mis nietos cuando se puede”.

Roger Romero

En corto

¿Cuál ha sido el día más feliz de su vida?

Cada día que mis ojos se abren por la mañana es más que suficiente para levantarme feliz, crear experiencias y momentos memorables para y con mi familia son los que más recuerdo.

¿A quién admira?

A mi madre, a mi esposa, a mi hija, mujeres de diferentes generaciones que con su fortaleza, su amor, su incansable deseo de superación han logrado sacar adelante sus hijos y familia.

¿Qué sueños tiene por alcanzar en la actualidad?

Me gustaría retirarme junto con mi esposa y viajar por algunos países del mundo, disfrutar con ella de un café en cada ciudad de esos países que visitemos.

¿Qué religión profesa?

No soy religioso practicante, prefiero tener un contacto directo con ese Ser Supremo que me bendice cada día regalándome salud, trabajo, la compañía de mi esposa, la vida de mi madre y mi hermana en Honduras y la de mis hermanos en España.

¿Qué pasatiempos tiene?

Me gusta ir al cine, ver películas o series con mi esposa en la televisión, hacer senderismo, andar en bicicleta, ver partidos de fútbol, escuchar música mientras hago oficios en casa, hacer barbacoas el fin de semana.