Un majestuoso lugar donde el clima frio permite la floración permanente de preciosas flores.
Fotos: Cortesía Rosibel Cruz
Tegucigalpa. La esencia natural del país parece concentrarse en este hermoso rinconcito natural y turístico de La Esperanza. Son decenas de flores en variedad de colores las que se observan en los alrededores de la Laguna Madre Vieja, de La Esperanza.
La zona que en tiempos remotos fue habitada por los Lencas destila una magia única bajo el esplendor de laguna, encanto que atrae cada año a centenares de visitantes, los que además de disfrutar de la tranquilidad de la zona pueden observar la diversidad ecológica del lugar.
Desde paisajes verdes y multicolores espacios, hasta anaranjados atardeceres conquistan a los turistas que llegan a este paraje natural.
La Laguna Madre Vieja se encuentra a 1,600 metros sobre el nivel del mar.
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