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  • Foto del escritorHonduras Trascendental

Andrés Ferrera: entre los acordes de la fe católica encontró su llamado para ser un instrumento de Dios

Ha lanzado dos álbumes como “Una Antorcha por Cristo" y “Al abrir mis ojos, te veo”. También formó parte de dos ministerios de música católica: Ministerio Redes y Ministerio Emaús. Gracias a su don para la música ha participado en tres ocasiones en la Alborada en honor a la Virgen de Suyapa, patrona de Honduras.

 

Sus referentes religiosos han sido el sacerdote chileno Cristóbal Fones, los cantautores Martín Valverde, de origen costarricense, pero naturalizado mexicano, y Luis Enrique Ascoy de origen peruano. También el musicólogo boliviano Carlos Seoane Urioste.

Tegucigalpa. Sus pininos en la música surgieron al compás de un par de maracas, en la parroquia San José Obrero, de la colonia El Pedregal, de la capital hondureña, allá por 1998.

 

Más de un año le llevó su puesto con el instrumento de percusión, tiempo durante el cual sonaba en su interior el deseo de ir más allá, pues tenía oído e inspiración para la música, en especial la que lleva una misión evangelizadora.

 

Es así, que motivado por sus compañeros de coro católico se interesó por el aprendizaje de los acordes de la guitarra y sobre las técnicas para afinar la voz, ganándose luego el puesto de vocalista, y así después Andrés Ferrera era el que durante la eucaristía cantaba los salmos.

 

Hoy en día, uno de los más activos músicos católicos por su servicio eclesial y sus inéditas melodías donde le canta a Dios, a la Virgen María y a la familia. Son dos álbumes los que ha lanzado como solista: “Una Antorcha por Cristo" en el cual presentó12 temas, los más representativos son; “En Tu Nombre”, “Hermosa Prenda de Fe”, “La Coronilla a la Divina Misericordia”, “Hacia Emaús” y “Salmo 21” y “Al abrir mis ojos, te veo” es el más reciente y posee temas como; “Yo te sigo Jesús”, “Lo mejor de mi es para ti, Señor”, “El reggae del Buen Pastor” y “Jesucristo Salvador”.

También formó parte de dos ministerios de música católica: Ministerio Redes y Ministerio Emaús. Y gracias a su don para la música ha participado en tres ocasiones en la Alborada en honor a la Virgen de Suyapa, patrona de Honduras, además de llevar el mensaje de redención y amor de Jesús en retiros, festivales, y jornadas de alabanza y adoración.

 

Sus referentes en el género artístico han sido los destacados cantautores internacionales; el sacerdote chileno Cristóbal Fones, Martín Valverde, de origen costarricense, pero naturalizado mexicano, y Luis Enrique Ascoy de origen peruano. También el musicólogo boliviano Carlos Seoane Urioste.

 

Encuentro con su fe

Se llegó a considerar como gnóstico, pero tras una invitación de una de sus hermanas para acudir a una reunión del movimiento de Renovación Carismática se encontró de nuevo con la Palabra de Dios.

 

Luego durante un retiro de Iniciación en la Vida Espiritual se rinde ante el Padre, Hijo y Espíritu Santo. Es a partir de ese momento que comenzó a reconocer que Dios siempre estuvo presente en su vida, y mediante una antigua melodía llamada “El que me transformo” recordó que de niño se deleitaba con esta canción.

 

“Este canto me inspiraba. Es una canción francesa”, expresó Ferrera, en una entrevista que le realizaron años atrás, acertando, pues esta composición es de la cantante francesa Francoise Hardy, una canción titulada: Tous les garcons et les filles, en 1962, y que luego fue traducida al español.

 

Hasta antes de esto, en esos años de rebeldía juvenil, jamás hubiese pensado que antes de llegar a la universidad estaría rindiéndose ante el servicio eclesial y en especial entregando su vida a Dios.

 

Lo que si mantenía presente es que de niño había recibido catequesis y había recibido el sacramento de la Comunión.

 

Camino en la música

El momento en el que decide dedicarse de manera profesional a la música surgió “allá por el año 2007, en una Eucaristía, después de recibir la sagrada Comunión, en ese momento Jesús me llamó a servirle de manera itinerante, a llevar su palabra por medio de la música”.

 

A partir de ese momento su vida comenzó a regirse por su agenda musical, una en la que su familia está presente, es decir su esposa Bessy Agüero, y su hijo Alejandro André, pues es también gracias a ellos que ha logrado forjar una carrera como músico católico.

 

En su última producción “Al Abrir mis ojos, te veo” confió que trató de ofrecer su testimonio “viene desde la Palabra hecha vida en mi familia y en mí: como por ejemplo en la pérdida de un bebé que tuvimos junto a mi esposa hace algunos años y como Dios poco a poco nos ha ido enseñando a sobrellevar y vivir con esa experiencia”.

 

Además “de la obra que ha hecho en mi vida respecto a la enfermedad que sufro y como Él me ha ido levantando; cada uno de los proyectos que hemos puesto en sus manos y Él los ha cumplido a cabalidad, bueno aún más de lo que le hemos pedido”.

 

Esta fue una producción que fue posible de acuerdo con Ferrera, mediante el apoyo familiar y sus patrocinadores; grupos, parroquias, comunidades que con su ofrenda y oraciones le permitieron concretar este anhelo musical.

 

Sin olvidar a “Marquitos López; mi amigo y hermano en misión, con el cual andamos de arriba para abajo misionando; mi productor Emilio y los diferentes músicos que participaron Edwyn, Carlos, Wilmer y Josimar, pusieron un Everest de arena con sus dones; mi amigo Tony que tomó la hermosa foto de la portada del disco; mi amigo Gustavo diseñador de la portada y logo, y Luis Mora, productor de los vídeos de este disco”.

 

Conciertos

En la actualidad sueña con realizar un concierto en México y Estados Unidos, pues ya ha logrado traspasar las fronteras patrias con sus melodías.

 

Una de sus participaciones más memorables consideró que fue su presentación en el Catholic Fest en Guatemala, un evento que se realiza cada año en la parroquia San Pedro Apóstol, Diócesis de San Marcos, Guatemala.

 

De igual manera, el lanzamiento de su álbum “Al Abrir mis ojos, te veo” el cual lo realizó el Museo para la Identidad Nacional-MIN, Tegucigalpa y en San Pedro Sula.

 

Servicio en humildad

Andrés es un hombre de carácter afable, de sonrisa genuina, sin complicaciones, un ser humano aferrado a la oración a través del Santo Rosario, que ha aprendido a través de su carrera musical a “ser perseverante y enfocado en mis objetivos, a no pasar por encima de los demás, a servir con humildad y fidelidad a Dios y a los demás como servidor católico, a dejar abiertas las puertas que se me abren para que también reciban otros hermanos músicos”.

 

Su vida de fe, en la actualidad la comparte con los fieles de la iglesia Cristo de las Mercedes, del municipio de Santa Lucía, pues es donde reside. “Comencé a servir (al Señor) en el año 2000”, es decir hace 24 años, en este tiempo ha asumido cargos pastorales en el equipo coordinador de la Pastoral Juvenil de su parroquia y en la Arquidiócesis. También fue coordinador de la comunidad de Nazarenos en la parroquia San José Obrero y de la Hermandad de Caballeros del Santo Entierro de mi actual parroquia.

 

Su versículo preferido es Juan 3,16 “Tanto amó Dios al mundo que entregó a su único hijo para que quien crea en Él nos perezca, sino que tenga vida eterna”.

 

Estilo

Explicó que entre sus melodías están presentes arreglos de la trova, parranda garífuna, reggae, rock, y el jazz.

 

También dijo que en la actualidad es fans del proyecto Evangelicanto HN, y que también es fans de bandas hondureñas como; Pez Luna, Café Guancasco y ADN. De igual manera, al compositor nacional Alberto Laínez, y la música que dejó al cantautor Guillermo Anderson (Q.D.D.G).

 

Su primera guitarra “me la regaló mi primo Franklin, él es guitarrista y cantante” y su primera canción la compuso a los 21 años.

 

Infancia de la mano de su tía y su mamá

Su infancia transcurrió junto a una nutrida familia. Una familia de quien heredó su talento musical ya que su abuelo materno Vicente Palma (Q.D.D.G). “el ejecutaba varios instrumentos, y en mi familia siempre hubo música, algunos nietos de mi abuelo seguimos con la tradición”.

 

Tiene dos hermanas mayores Mariela Palma Willis y Gabriela Ferrera Palma, pues él es el benjamín de la familia, quienes fueron criadas por su mamá siendo madre soltera. Su mamá Catalina Palma, a quien cariñosamente se le conoce como Catita, dijo que su hijo Carlos Andrés siempre fue un buen niño, obediente, con carácter, y siempre le gustó la música.

 

“Es un buen hijo y esposo. Yo estoy muy orgullosa de él, ayuda al que puede. Fue un niño feliz y aunque yo estuve ausente unos años porque los dejé a cargo de una hermana mía, por un bienestar para los tres. Mi hijo es un muchacho muy agradecido con Dios y con la Vida. Es feliz”, dijo su progenitora.


En la escuela aseguró que nunca logró destacar y al llegar a la educación media también volvió a reprobar clases hasta que por decisión de su mamá fue enviado al Liceo Militar del Norte, institución educativa con orientación cívico militar y esto "me salvó la vida y aprendí mucho sobre todo la disciplina y perseverancia en cada proyecto que Dios me ponga en mi vida. En la escuela militar fui muy buen alumno".


En esta etapa reveló que pasaba muy enojado "era muy estricto y malo con mis subalternos, en ese tiempo hice varias cosas que estuvieron muy mal y le hice daño a mucha gente". Sin embargo al egresar de su educación media se reencontró con su verdadero salvador: Jesús.


Al retomar el camino de la fe, pudo continuar estudios alcanzando la licenciatura en Comercio Internacional, título académico que le fue otorgado por la Universidad Nacional Autónoma de Honduras-UNAH, lugar donde labora desde hace 13 años. Además, ha trabajado en agencias bancarias, y la empresa privada desempeñando diversos roles.


Pruebas en el camino de la vida

Sus momentos de prueba han sido las oportunidades que ha tenido para conocer más de cerca a Dios, uno de esos tiempos difíciles llegó ante su quebranto de salud por causa de la Osteoartritis en la columna.

 

Ferrera explicó que son dos enfermedades las que padece, la segunda desde hace unos cuatro años le fue diagnosticada “por la que me operaron, es una enfermedad rara”.

 

Estas dolencias le han llevado a experimentar situaciones difíciles como músico, pues cuando se agudizan los malestares de ambas “se me dificulta cantar”. Otro momento difícil que le tocó vivir fue la pérdida de un hijo.

 

Los tiempos felices también han formado parte de su experiencia de vida como “cuando conocí a Dios; cuando Dios me dio la bendición de formar una familia; mi boda; el día que mi hijo se graduó de la universidad, son incontables los días felices que Dios le ha dado a mi vida”, reconoció.

 

Un día de su vida

Su día inicia bajo la oración de acción de gracias a Dios, luego prepara el desayuno para su familia y se encamina al trabajo.


En el trayecto hacia su centro de labores reveló que aprovecha ese tiempo para rezar el rosario. Luego en las tardes noches aprovecha para ensayar, volver a rezar, escuchar música, caminar o ver series.

 

“Los fines de semana dedicado full a la familia, misión en grupos, con parroquias, fuera de la ciudad, y mi parroquia”, explicó.

 

Una entrevista que Honduras Trascendental se honra en presentar a nuestro público de fe y de principios y valores, una historia de un hondureño que hace de este país una tierra hermosa.


En corto

¿Cuál es el tema musical de su autoría que más le representa?

Todos, pero creo que “En Tu Nombre”

 

¿Qué proyectos tiene listos y que aún no saca al público?

Un par de videos de mi más nueva producción “Al Abrir mis ojos, te veo”

 

 

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