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  • Foto del escritorHonduras Trascendental

Ana García de Hernández: mujer valiente, temerosa de Dios y de entrañable amor por su familia

Está por cumplir 33 años de vida en matrimonio con el expresidente Juan Orlando Hernández Alvarado, con quien se unió ante las leyes terrenales y de Dios luego de un año y medio de noviazgo.


Es abogada y notaria con un posgrado en administración del sector público (Public Sector Management) en la Universidad de Albany, Nueva York.

Tegucigalpa. De trato afable, prudente y sonrisa suave, pero con temple de guerrera cuando se trata de luchar por su familia.


Una hondureña que no ha dudado ni un segundo en permanecer al frente de una de las batallas más difíciles que le ha tocado enfrentar luego de que su esposo fuese extraditado a los Estados Unidos.


Pero, que por encima de todo según sus propias palabras es una “hija de Dios, una madre, esposa, y una hija que trata todos los días de poner a Dios al frente, para seguir su camino y contar con su dirección”.


Es también, según su descripción propia una mujer de paz, con sueños, y anhelos como todas, pero sabiendo que Dios tiene un propósito en su vida.


Ana Rosalinda García Carías es el nombre que le dieron sus padres el doctor Guillermo García y Lotty Carías de García, quienes enmarcaron su crianza en el respeto y abundante amor a la familia, principios que ha replicado en su hogar junto al expresidente Juan Orlando Hernández Alvarado, con quien está por cumplir 33 años de matrimonio.


Como profesional, es abogada y notaria, con un posgrado en administración del sector público (Public Sector Management) en la Universidad de Albany, Nueva York, pero que más allá de sus logros académicos encuentra en los pequeños detalles la felicidad plena.


Hermana, madre y abuela orgullosa

Es el segundo fruto del vientre de su madre, de quien heredó tres hermanos; Julia Marina, Lottie Eugenia y Guillermo Francisco con quienes ha sido muy unida desde pequeña, pues fueron sus mejores aliados en los momentos de juego infantil y de aprendizaje.

Son los cuatro los testigos fieles de los valores morales y espirituales que les transmitieron sus progenitores, “como hijos reflexionábamos hace poco, ante la muerte de mi padre que siempre fue un gran ejemplo, que se dedicó a su familia, así como mi mamá”. Por esta razón, consideró que siempre será una hija agradecida con sus papás.


Además, son su impulso para formar en la fe cristiana y con valores morales a sus hijos Juan Orlando, Ana Daniela e Isabela, y su nieta Olivia sus mayores tesoros, “la herencia que Dios me ha regalado”.


“El nacimiento de mis hijos han sido los momentos más felices de mi vida, sentir sus abrazos, verlos crecer, y ahora a mi nieta. Ellos nos llenan de mucho orgullo. Parece que fue ayer que nacieron, pero hoy ya son adultos”.


Así resumió su rol de madre y abuela, pero al igual no deja de soñar en el momento en que sus hijas también decidirán formar una familia, porque confía en que podrán ellas también aplicar la fórmula especial que representan los valores cosechados al seno del hogar García-Hernández.


Mujer de fe

A la edad de los ensueños, sus 15 años conoció a Jesús, fue en una reunión de mujeres de Aglow a la que acudió junto a su abuela materna, desde ese momento siempre ha buscado su presencia.


Por ello, cada día al recibir la bendición de despertar reveló que piensa siempre en el amor y misericordia de Dios para con sus hijos.


“Usualmente me levanto temprano a orar, también hago ejercicios. Luego a estudiar y leer documentos e información del caso de mi esposo”, reveló.


Su versículo preferido es Isaías 41:10 que reza: No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te fortalezco; siempre te ayudaré; siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.


También sostiene que desde antes de la prueba y ahora que la enfrenta siempre ha entregado como promesas servir al Señor y tan solo le pide que se cumplan los propósitos de Dios en sus vidas.


Comunicación a distancia

Hoy en día en su hogar hace falta una pieza fundamental, el amor de su vida permanece en una prisión, y son apenas unos minutos al día en que pueden escucharse a través de una llamada telefónica.


En estas comunicaciones permitidas a través de un dispositivo a través del cual logran escuchar sus voces, además de saber cómo se encuentran también hay un espacio para la oración familiar.


“Los pocos minutos que tiene cada día para hablar, es para nosotros, siempre hacemos una oración. Antes cuando teníamos un fin de semana, era también para compartir juntos. Siempre pendientes de nuestros hijos, un hombre pendiente de su mamá que es mi suegra”, dijo.


Y es que en su casa cada segundo se recuerda al padre y esposo amoroso, cálido, servicial, el hombre que quizás no se hacía visible en la vida pública. “Dios me ha dado un esposo con temple, firme en la fe, y optimista”.


Momentos entregados a Dios

La fuerza para vencer la avalancha de acusaciones que recibió su familia, desde el momento en que el expresidente Hernández fue sacado de su casa, esposado, con grilletes en los tobillos y escoltado con decenas de agentes policiales, no es terrenal “es espiritual”.


Sin embargo, también ha enfrentado días de quebranto “han sido días difíciles, como esposa me ha tocado llevar un dolor inmenso, y al mismo tiempo estar para mis hijos, pero en todo este proceso puedo dar testimonio que Dios ha sido nuestro amparo y refugio”.

“Hemos llorado juntos y nos hemos consolado juntos, Como dice la palabra que lo que con lágrimas sembramos con regocijo lo vamos a cosechar”, agregó.


De igual manera, ella está convencida que por la misma puerta en que salió su esposo, pronto regresará “porque él es inocente”.


“Yo conozco la integridad, compromiso, determinación y la visión que ha tenido mi esposo. Todas las acusaciones son mentiras, son inventos, todo ha sido construido en un plan de venganza política, no puedo decir más de lo que esto se trata, pero la verdad saldrá a la luz y todo el mundo va a quedar sorprendido, lo conocerán”, manifestó García de Hernández.


Volverá

Luego de superar la etapa de angustia frente a lo que vivían de manera sobrenatural según contó la ex primera dama decidieron en familia dar la cara por el jefe de hogar "yo doy la cara por mi esposo, porque sé que es inocente, doy la cara donde quiera y donde sea".


Y es que en unidad familiar encontraron la fuerza para levantarse y de defenderlo de pie, es ahí cuando surge el mensaje transmitido a través de las redes sociales de "Volverá". Decidí junto con mis hijos que no íbamos a estar escondidos, ni avergonzados, porque mi esposo es inocente.


"La palabra de Dios dice que todo lo que ha estado en lo oculto será revelado y todo lo secreto también va a salir, que conoceremos la verdad y que la verdad nos hará libre".


Es así que por medio de este mensaje de acuerdo con García de Hernández han llegado a millones de personas a quienes le han expresado su verdad, "hablar de la realidad que enfrentamos y de la injusticia que vivimos, pero que sabemos que en Dios las cosas son justas y que nos permitirá volver a estar unidos como familia".


Planes puestos en manos del Altísimo

La vida privada con la que ha soñado está puesta en manos de Dios, según confió García de Hernández, por el momento viven el día a día hasta que llegue el momento de la “Victoria, donde vamos a ver a Juan Orlando en libertad”.


Y es que aún no ha tenido tiempo para descansar y poner en orden las ideas sobre el futuro inmediato, tan solo tiene espacio para seguir de cerca en el caso de justicia para su compañero de vida.


“Se que pronto va a volver y seguiremos con los planes que teníamos, como cualquier ser humano tener ese tiempo de paz y en tranquilidad. Ver crecer a nuestra nieta. Poder servir al Señor”.


Trabajo de líderes

Durante ocho años portó el título de primera dama de Honduras y aunque el cargo no tiene una labor definida se encargó de dejar un legado de servicio a los más pobres, a los más débiles y vulnerables, “de llevarles una esperanza con amor, de paz, de comprensión y respeto”.


Por esta razón se concretaron programas de ayudas económicas, de infraestructura, y de asistencia permanente hacia las mujeres como el programa Ciudad Mujer.


“Trabajamos para que programas de atención al migrante, prevención de embarazos en adolescentes y atención a la primera infancia estuvieran dentro de la estructura del Estado. Dejamos una semilla que va a florecer en el tiempo”, confió.


Durante su servicio público logró llegar a los lugares remotos de más de 200 municipios del país, con la implementación de programas y proyectos encaminados al desarrollo social.


En esas visitas de acuerdo con la ex primera dama pude encontrar además la valentía de las mujeres hondureñas, las féminas que con determinación en las dificultades se fortalecen, que no se doblegan ante el temor porque encuentran en el Señor su fortaleza.


“Las hondureñas sabemos ser buenas en los buenos tiempos, y también sabemos sobrellevar los tiempos difíciles, porque Dios está con nosotras”, expresó con gran convicción.


También dijo que el Todopoderoso ha dotado a la mujer de habilidades que sirven para desempeñar diversas actividades al mismo tiempo y que aún en el dolor son fortalecidas para salir adelante.


Expresiones

“Me gusta estar en casa, con mi familia, la vida tranquila y siempre le he pedido al Señor ese tiempo de descanso en él”.


“En este tiempo difícil, he experimentado el amor y la presencia de Dios”.


“Como esposas debemos de buscar la cobertura de Dios para nuestros esposos”.


“Mujeres esfuércense para que sus hogares cada día estén mejor”.










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