Alexa Hernández Carías, joven hondureña que cumple sus sueños como detective en Lumberton Police Department, en Carolina del Norte, Estados Unidos

Lleva cuatro años en esta profesión y en fecha reciente asumió el rol de detective y pertenece a la división de investigaciones, donde se encarga de casos que requieren de análisis, paciencia y compromiso.

De su agencia es la única mujer de herencia hondureña que ha alcanzado este logro y además es la más joven en ocupar este puesto.  

Tegucigalpa. Resolver crímenes y llevar a los perpetradores ante la justicia en Carolina del Norte, Estados Unidos, es uno de roles que debe cumplir una joven de descendencia hondureña.

En la actualidad tiene 24 años, y es la detective más joven de su agencia, y la única hondureña en ocupar este puesto, pero nada en su vida ha sido fácil. Todo lo que ha alcanzado ha traído consigo sacrificio, disciplina y fe.

Alexa Marie Hernández Carias, es la detective de Lumberton Police Department, asignada a la investigación de delitos, además ha formado parte del equipo de negociación de crisis, conocido como “negociadora de rehenes”, un rol que exige no solo preparación táctica, sino también de inteligencia emocional, empatía y templanza.

Su nombramiento actual como detective se lo otorgó su agencia policial en reconocimiento a su experiencia, desempeño y preparación, cargo que conlleva diversas responsabilidades como; liderar investigaciones, analizar casos a fondo, y asegurar que cada proceso se lleve con justicia, ética y compromiso.

También implica tomar decisiones difíciles y mantener la confianza que la comunidad y sus superiores han depositado en ella.

Esfuerzo

Alcanzar su nombramiento en la agencia de acuerdo con Alexa ha sido de lucha, perseverancia y empeño, pues nada ha sido fácil.

El trabajar duro, mantenerme enfocada y aprender a confiar en el proceso es lo que la ha llevado al éxito.

Como parte de su abnegación al trabajo y sus ideales también ha llegado a sacrificar momentos con su familia, pero siempre con la mentalidad de que todo esfuerzo tiene su recompensa.

Apoyo para los hispanos

La relación que busca con los habitantes de Carolina del Norte es basada en el respeto, la confianza y la empatía.

Y su meta es que las personas le vean no solo como una detective, sino como alguien cercana, dispuesta a escuchar y ayudar con honestidad.

“También es muy importante para mí ser un apoyo para la comunidad hispana, demostrar que no estamos solos y que también tenemos una voz dentro de este sistema. Al final del día, todos queremos lo mismo: sentirnos seguros, respetados y protegidos”, argumentó la entrevistada.

Inspiración para otros jóvenes

Su mayor meta es seguir abriendo puertas, inspirar a otros y demostrar que no hay límites para quien lucha de verdad, “Sigo firme, con los pies en la tierra, y con la mirada puesta en lo que viene. Esta es solo una parte de todo lo que aún estoy destinada a lograr”.

“Mi historia es prueba de que, cuando se trabaja con el corazón, los sueños se cumplen. Llevo con orgullo mis raíces y represento a Honduras con la frente en alto”, manifestó.

De igual manera, dijo que tiene metas por cumplir, pues aún le queda un extenso camino por recorrer no solo a nivel personal, académico y familiar.  “A veces me toca recordarme que debo llevar las cosas con más calma, porque suelo exigirme demasiado”.

Sueños con propósito

Desde que comenzó a comprender la vida, apenas siendo niña,  soñaba con ayudar a los demás, una vocación de servicio que hoy la posiciona en una labor que precisamente representa este sueño y más allá con el legado de proteger a través de la carrera policial.

Gracias a Dios, he logrado muchas metas que jamás imaginé alcanzar a tan corta edad.

Según la destacada joven aún le faltan sueños por cumplir, pero a la fecha ha conquistado más de lo que pensó que alcanzaría a su edad, “muchos de los que una vez imaginé con los ojos cerrados y el corazón abierto. Esos sueños que una niña en Talanga tuvo alguna vez… ahora caminan conmigo con uniforme y propósito”.

Logros académicos

En la parte académica se considera disciplinada, constante y con muchas ganas de seguir aprendiendo.

Cree que el conocimiento es algo que nunca se detiene, por eso siempre está abierta a nuevas oportunidades para crecer, ya sea en lo profesional o en lo personal.

Le gusta enfocarse en aprender lo que le ayude a ser mejor en la vida diaria y en su carrera. Aseguró que siempre ha sido dedicada en lo que hace, y sus logros han sido un impulso para seguir cumpliendo sus metas y para superarse cada día.

Su formación académica la inició en el centro educativo Hillcrest School, en Tegucigalpa, donde siempre destacó por su alto rendimiento escolar, al grado de recibir varias distinciones.

Luego completó la secundaria en Estados Unidos y el “Basic Law Enforcement Training” en la Academia Policial, institución donde ha obtenido varias certificaciones importantes.

Y sigue preparándose, pues para ella siempre hay algo más por conquistar. “Ahora sigo preparándome en la universidad Robeson Community College, porque siempre hay nuevas metas que alcanzar”, explicó.

Experiencia Laboral

Alexa reveló que, antes de conquistar el cargo en que se desempeña, trabajó en atención al cliente, y en el área de seguridad, pues desde temprana edad decidió trabajar y gracias a ello, obtuvo las enseñanzas que le llevaron hoy en día, a tener la dicha de ejercer una de las profesiones más desafiantes y gratificantes como detective.

 Hasta el momento es la única en su familia que se dedica a esta profesión y considera que aunque ha sido un reto y honor abrirse camino en esta área le llena de satisfacción representar con orgullo a los suyos en el ámbito de la justicia, mas “siempre he sentido que este camino me eligió a mí”.

Familia hondureña

En Athens, una de las ciudades más pobladas del estado de Georgia, Estados Unidos, nació Alexa. Un miércoles 18 de octubre del año 2000 y siendo una recién nacida, de un mes, es trasladada a la ciudad de Talanga, Honduras.

Sus padres son de descendencia hondureña: Dulce Carías y Alfonso Hernández, a quienes describió como personas trabajadoras, valientes y dedicadas.

“Cada uno, a su manera, me ha enseñado a luchar por lo que quiero y a mantenerme firme ante las dificultades. Mi papá ejerce la labor de médico general”, expresó.

También mencionó con afecto a su padrastro Mario Canales, pues aseguró que ha sido parte importante en su vida.

Por parte de su mamá es la mayor de tres hermanos y la tercera de cuatro por parte de papá.

Infancia en Talanga

La ciudad de Talanga impregnó en ella su mayor esencia, pues fue el lugar donde transcurrió su infancia. Una comunidad que en aquel momento contaba con calles de tierra, pero llena de paz y de gente laboriosa.

En esta localidad, donde el mayor tesoro lo representan las familias, era donde jugaba hasta el cansancio junto a sus primas ¿podemos mencionarlas a ellas si gusta?

“En aquellos tiempos todo era más simple, pero ahora significan tanto para mí”, expresó para luego agregar que todos esos recuerdos le parecen que fue ayer, por lo rápido que pasa el tiempo.

Reconoció que vivió una infancia feliz, rodeada de amor, pero también con retos importantes.

“Me encantaba jugar muñecas. Con mis primas pasábamos horas creando historias e inventando mundos”, dijo.

Unos años después, ya siendo una jovencita de 15 años, fue diagnosticada con diabetes tipo 1, lo cual transformó su vida por completo.

Fue este diagnóstico que la lleva a volver a la tierra donde lanzó su primer llanto de vida, en aquel momento buscando una mejor atención en su proceso de salud, sin imaginar todo lo que la vida le pondría por delante.

Oportunidad única

A su regreso a Estados Unidos siendo una jovencita, decidió aprovechar las oportunidades que se le presentaron.

“Esta carrera llegó a mí en el momento justo y, aunque ha sido un camino de mucho sacrificio, me ha enseñado a ser fuerte, a valorar cada logro y a confiar en que todo pasa por algo”.

De no haber elegido esta formación se hubiese encaminado al área de la salud ya que confió le gusta la idea de ayudar a los demás “así que probablemente habría seguido un camino relacionado con eso”.

Aunque, sin dudar su elección por vocación siempre estaría relacionada con una profesión donde pudiera servir y proteger.

Honduras su esencia

A su amada Honduras trata de volver, como mínimo, dos veces al año, visita que la considera más que un viaje: “es volver a mi esencia”.

Estas estancias en su patria, aunque siempre le resultarán cortas, de acuerdo con Alexa le recargan el alma y le recuerdan las razones por las que lucha y hacia donde se encamina.

Es indudable que el calor de su tierra Honduras, el amor de su gente y la belleza de las comunidades que le vieron crecer le devuelven los mejores momentos de su vida.

“Honduras es mi raíz, mi esencia. Es el lugar donde aprendí a soñar, a amar en lo sencillo, y a creer que todo es posible. Aunque la vida me llevó lejos, mi corazón siempre está allá”, dijo.

Amor por sus abuelos

Determinada, valiente y con una fe inquebrantable es Alexa. Una mujer que siempre ha creído que los sueños no tienen fecha de vencimiento y que, con esfuerzo y fe en Dios, todo se puede lograr.

Admira profundamente a su abuela materna Dulce Cartagena, pues considera que su amor, sabiduría y entrega marcaron su vida. “Ella ha sido mi mayor ejemplo, y el pilar más fuerte en mi vida”.

También fue quien escogió su nombre junto a su tía que lleva el mismo nombre de su abuela: Dulce. “Ambas han sido mujeres muy importantes en mi vida, y llevar un nombre elegido por ellas es algo que valoro profundamente”.

El mismo estima que sostiene para su abuelo, Dubal Antonio Carías (Q.E.P.D.), quien fungió como diputado de Francisco Morazán en el gobierno del expresidente Simón Azcona del Hoyo, por su legado, su firmeza y su amor por Honduras.

“Siempre lo admiré por su carácter firme, su sabiduría y por la manera en que llevaba su vida con honor. Su recuerdo sigue siendo mi inspiración, y sé que estaría orgulloso de verme hoy hasta dónde he llegado”.

Profesa la religión cristiana evangélica y cree fielmente en el poder de la oración. “Mi relación con Dios es lo que me sostiene en los días buenos y, especialmente, en los difíciles”.

Se considera fuerte, sensible, justa y apasionada por lo que hace. Siempre busca crecer, aprender y dar lo mejor de sí, sin olvidar de donde viene.

Día inolvidable

El día más feliz de su vida llegó hace apenas un mes cuando logró que su mamá retornara a los Estados Unidos. Este reencuentro se dio tras diez años de estar separadas.

“Fue una emoción que no se puede describir. Ese abrazo lo esperé, como si se tratara de toda una vida. Sentí que, por fin, ella estaba aquí para ver de cerca los pequeños triunfos que antes solo podía contarle por teléfono. Ese día fue más que un logro… fue un regalo del cielo”, expresó.

Un día entre el estudio y el trabajo

Sus días suelen comenzar desde temprano, ya sea para prestar sus servicios como …… o para integrarse a las clases universitarias.

Confió que como detective, cada día es diferente, ya que puede estar en funciones de redacción de informes, investigando un caso o ayudando a una víctima.

Al final del día, le gusta llegar a casa, orar, y agradecer por tener un hogar lleno de paz y amor.

Aficionada de la fotografía

Siempre le ha gustado mantenerse activa y aprovechar su tiempo en adquirir conocimientos que nutran su vida.

Dentro de su lista de actividades que le apasionan están la fotografía y la naturaleza.

“La fotografía es algo que disfruto mucho porque me permite ver la vida desde otra perspectiva. También me gusta salir a caminar, explorar lugares tranquilos para estar en contacto con la naturaleza.

Estos pasatiempos le ayudan a despejarse, recargar energías y “simplemente disfrutar lo sencillo”.

También disfruta de conocer nuevos lugares y vivir nuevas experiencias junto a su futuro esposo, Gus Hunt, quien también forma parte del mundo policial.

“No hay mayor placer para mí que disfrutar la vida al lado de la persona que me hace feliz, en cada destino y en cada momento”, manifestó.

Citas

“Representar a mi país con orgullo, desde donde estoy, es uno de mis mayores honores”.

“Soy una mujer hondureña que llegó a este país con una maleta llena de sueños y desafíos”.

“Haber sido nombrada detective del Estado de Carolina del Norte representa un honor muy grande, ya que no solo es un ascenso en mi carrera, sino también la recompensa a mi constancia”.