Autoridades de la Alcaldía capitalina supervisan trabajos de dragados que beneficiarán a 220 mil personas que residen en zonas vulnerables

Entre las comunidades beneficiadas figuran La Betania, Nora de Melgar, Las Brisas, Germania, Loarque, Río Grande, Satélite, barrio La Bolsa, La Isla, Los Llanos, Lomas de Nabou, San José de la Vega, Kuwait.

Tegucigalpa. Como parte de las acciones preventivas ante la temporada de lluvias, la Alcaldía Municipal del Distrito Central-AMDC realiza importantes trabajos de dragado en los principales afluentes que atraviesan el Distrito Central.

Estas labores beneficiarán directamente a más de 220 mil personas que viven en zonas vulnerables a inundaciones.

Entre las zonas que se intervienen se encuentra el sector de confluencia de los ríos San José, Jacaleapa y Choluteca, en las cercanías de la colonia Kuwait, donde maquinaria especializada trabaja para ampliar y canalizar los cauces. Los dragados se desarrollan en dos tramos principales: el río Choluteca, en dirección al Barrio Abajo, y el río Jacaleapa, hasta las inmediaciones de la Universidad Tecnológica de Honduras (UTH).

De forma paralela, se ejecutan tareas de limpieza y canalización en el río Chiquito, a la altura del barrio La Hoya, cerca de la base de la Policía Municipal. Los trabajos fueron supervisados este día personalmente por el alcalde Jorge Aldana junto a vecinos del sector, ya que se contempla la intervención de 41 kilómetros de ríos y quebradas.

“Estas son acciones de prevención para salvaguardar la vida de más de 16 mil familias que habitan a orillas de los ríos. Con el dragado, ampliamos los cauces y mejoramos el flujo del agua para evitar desbordamientos e inundaciones”, expresó el alcalde Aldana.

Entre las comunidades beneficiadas figuran La Betania, Nora de Melgar, Las Brisas, Germania, Loarque, Río Grande, Satélite, barrio La Bolsa, La Isla, Los Llanos, Lomas de Nabou, San José de la Vega, y Kuwait.

La AMDC destina anualmente alrededor de 20 millones de lempiras para mantener de forma permanente estas labores, que inician desde enero y permiten reducir el impacto de las lluvias en los meses críticos de agosto y septiembre.