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  • Foto del escritorHonduras Trascendental

Médico futurista hondureño destaca con sus trabajos haciendo uso de la Inteligencia Artificial

Actualizado: 12 may 2023

Tiene un post grado en salud pública. En la actualidad cursa un master en enfermedades infecciosas orientado a VIH.


Más de 500 libros, entre novelas, biografías, reportajes e investigaciones, han sido parte de su historia con la lectura.

Tegucigalpa. El servir a los demás ha sido parte de su visión desde que era un niño. En aquellos años infantiles pensó en llegar a formarse como militar persiguiendo como fin atender a otros.


Luego sintió que podría alcanzar su objetivo a través del sacerdocio, sin embargo, ya con más madurez se decidió por las ciencias médicas, “ahora me doy cuenta que este acto de servicio es un sacerdocio para toda la vida”.


Pero, sus anhelos de transformar la realidad médica comunitaria nacional, en la actualidad están encaminados hacia la integración de la salud pública hondureña con las redes neuronales artificiales.


Y es que el uso de la Inteligencia Artificial podría considerarse como demasiado futurista en Honduras, pero no para el doctor Ángel Eduardo Midence Ochoa, quien ha logrado aprovechar el análisis de datos y estadísticas automatizadas como oportunidad para beneficiar a una población más amplia y con acciones más asertivas.


Sin embargo, su principal aporte al país en su rol profesional ha sido contribuir con la reducción de la morbilidad en menores de 5 años, y la mortalidad materna, en los lugares donde trabajado, en su mayoría en comunidades lencas, así como la mejora del acceso a los servicios de salud, y en la calidad de la prestación de estos.


El galeno tiene post grado en salud pública otorgado por la Escuela Latinoamericana de Medicina, universidad internacional de Cuba. En la actualidad cursa un master en enfermedades infecciosas orientado a VIH. También ha publicado varias investigaciones científicas.


Infancia en el barrio La Leona

En el mes de las fiestas familiares, por motivos de fin de año, llegó al mundo Eduardo. Su nacimiento en fecha 02 de diciembre de 1986 quedó registrado en los archivos del Instituto Hondureño de Seguridad Social del barrio Abajo, de Tegucigalpa.


Hasta este centro hospitalario fue trasladada su madre Reina Ochoa al momento en que decidió salir del vientre el ahora destacado profesional de la medicina.


Con el transcurrir de su primera infancia disfrutó de los cuidados y enseñanzas de su abuelo José Midence y su bisabuelo paterno José Gregorio Midence, es decir del padre y abuelo de su papá Carlos Midence quienes residían en el antiguo barrio La Leona, una comunidad de callejones empedrados y arquitectura única “un lugar lleno de historia e historias”.


También compartió momentos imborrables durante sus visitas a su abuela materna Martha quien residía en San Miguelito, una comunidad ubicada en el sur de Francisco Morazán.


En este lugar pudo inhalar el aroma que desprende el campo, el ambiente que se genera con la cría de vacas, con la siembra y cosecha del maíz.


De igual manera, pudo apreciar y disfrutar del sonido de los ríos, de los colores del amanecer y sus vibraciones.


Entre sus memorias vivas de su niñez guarda además los momentos compartidos con sus primos, las reuniones familiares navideñas y los festejos de cumpleaños “estas memorias son parte de un presente que se niega a terminar”, dijo.


Los momentos maravillosos que vivió con sus dos hermanos son al igual los años felices de infancia, sus parientes nucleares que describió como hombres buenos, de fuertes convicciones y argumentos, trabajadores, y soñadores.


Discriminado en la primaria

El galeno profesa la fe católica y es un admirador del hombre más influyente de la historia mundial: Jesús de Nazareth, además del político, ensayista, periodista y filósofo cubano, José Julián Martí Pérez.


Sus primeras lecciones académicas de primaria las aprendió en la Escuela Juventud Hondureña donde logró posicionarse entre los mejores de su promoción.


Luego por decisión de sus padres le tocó cursar el tercer grado en un centro educativo del municipio de Puerto Lempira, en la Mosquitia hondureña, en donde experimentó un proceso difícil de asimilar para un niño y que lo marcó ya que fue rechazado por ser ladino.


“No olvidaré el estigma y la discriminación que, por ser ladino, sufrí por los misquitos, pero esos momentos decidí capitalizarlos mediante el combate del estigma o discriminación en cualquiera de sus formas. Sueño con un mundo inclusivo, donde no existan las etiquetas, razas o credos”.


Otra de los momentos difíciles que le ha tocado enfrentar fue cuando por razones de estudio, siendo un jovencito, dejó la casa de sus papás para permanecer en Cuba durante varios años, pues a partir de ahí considera que “las cosas jamás volvieron a ser igual”.


Pero en su vida académica también ha experimentado momentos positivos como sucedió al viajar al extranjero mediante beca para completar sus estudios universitarios en la isla de Cuba donde según su criterio se formó bajo la tutela de excelentes maestros y profesores.


“Es una realidad totalmente diferente a la que estaba acostumbrado, Cuba ha sido y es para mí una escuela formativa más allá de lo técnico, sino también una escuela de vida”, agregó.


Deportes en su agenda

Pese a que sus días son complicados por su agenda de trabajo que incluye presentación de informes, reuniones, asistencia o participación en eventos siempre deja un espacio para el esparcimiento a través del deporte.


El ciclismo de montaña es una de sus actividades deportivas preferidas, pues disfruta al pedalear fuera de la carretera por terrenos montañosos o escarpados, así como del senderismo, ya que estas caminatas por senderos o veredas normalmente discurren por espacios naturales que se vuelven una aventura sin igual.


La práctica de footing, es decir del ejercicio basado en el uso y el movimiento del cuerpo es otra de sus jornadas con las que vence el estrés y además le ayudan a mantener su estado físico, emocional y psicológico.


Herencia para sus princesas

Es un hombre con un compromiso familiar, padre de tres preciosas hijas, a quienes describe según las cualidades que poseen; la primogénita “es ecuánime, introspectiva, analítica, pausada y prudente, la segunda hija es rebelde (en el buen sentido), amorosa, expresiva, y mediadora entre sus hermanas y en cambio la más pequeña, es un torbellino total…”.


A ellas le encantaría heredarles una sociedad más justa, “o que ellas encuentren la justicia dentro de ellas, una buena educación, valores humanos, familiares y cristianos”.


De igual manera, confió que son su familia, deseada, amada, respetada y querida.


Atención a la salud pública

Por su formación diferente al graduarse de médico decidió involucrarse en el trabajo de la salud pública como oportunidad de incidir a nivel macro en el bienestar y salud de personas y familias.


“Me interesa el trabajo en equipo y la colaboración con otros profesionales de la salud y la sociedad en general, y la salud pública me brinda la oportunidad de trabajar con diversos grupos de personas para lograr un objetivo común: mejorar la salud de la población”, manifestó.


Además, detalló que la salud pública le permite trabajar desde la promoción de la salud y la prevención de enfermedades, hasta el diseño y la implementación de políticas y programas de salud efectivos.


“Esta diversidad me permite aprender y crecer continuamente en mi trabajo, lo que lo hace muy gratificante”, dijo el entrevistado.


Valiosas experiencias en tierra adentro

Por su formación académica y su trabajo en comunidades de tierra adentro ha podido experimentar jornadas intensas de trabajo, de interminables caminatas acompañando a promotores de salud en jornadas de vacunación canina, acompañando a voluntarios de salud en jornadas de vigilancia nutricional o en la búsqueda de niños pendientes de vacunas.


También le ha tocado dormir en las comunidades donde le ha alcanzado la noche, ya sea por organizar una jornada de vacunación o por haber emprendido camino para encontrar la asistencia institucional de embarazadas y puérperas.


Por su desempeño en las áreas de la salud pública en las comunidades lencas destacó que a la fecha se ha mejorado en gran manera el acceso a servicios de salud con capacidad resolutiva respetando su cultura; médicos de la comunidad, o conviviendo con ellos.


De igual manera, se han alcanzado servicios maternos adaptados a las comunidades, grupos de mujeres y hombres lencas trabajando en conjunto en pro de sus comunidades, familias y niños, hablamos de temas de nutrición, planificación familiar, desarrollo y puesta en función de hogares maternos comunitarios para embarazadas.


Además, se ha logrado organizar a las comunidades para dar respuesta a emergencias locales, a grupos de adolescentes abordando temas como; embarazo, planificación familiar, familia, entre otros.


En cuanto a los medicamentos y acceso a la medicación, dijo que “antes de la descentralización era paupérrima, pero después de esta ha mejorado”.


Inteligencia Artificial y la medicina en Honduras

La implementación de la informática en procesos relacionados con la salud es sin dudar otra de las pasiones de Ángel Eduardo en especial lo relacionado con sistemas y programas que contribuyen al análisis y recuperación de datos, y la generación de predicciones y previsiones que permitan tomar mejores decisiones para el beneficio de los pacientes.


Aunque está consciente que en la actualidad la mayor parte de los médicos del país no tienen la suficiente formación relacionada con la Inteligencia Artificial-IA, sin embargo, desde su propia experiencia ha alcanzado grandes avances integrando sus conocimientos con los programas de cómputo.


“Integro e implemento para los diferentes análisis estadísticos que en conjunto con los diferentes equipos de trabajo nos permite brindar mejores recomendaciones, de igual manera puede contribuir a desburocratizar la tarea médica haciendo uso de bots basados en modelos de aprendizaje y lenguaje orientados al universo de usuarios”.


Ejemplificó que se podría utilizar un Chat Bot para la dispensa de una receta médica de una paciente que utiliza un medicamento para el control de una enfermedad crónica, además se podría automatizar la entrega de resultados de exámenes de laboratorio a los pacientes, realizar recordatorios de citas médicas, automatizar entregas o renovaciones de incapacidad, entre otros.


Así mismo, aseguró que la IA tiene el potencial de potenciar la labor del profesional sanitario como el hondureño para realizar diagnósticos más precisos y rápidos, a desarrollar planes de tratamiento más efectivos para los pacientes, a prevenir enfermedades y a gestionar grandes cantidades de datos de manera más eficiente.


“La IA tiene un potencial para ser aplicada en muchas áreas médicas, pero existen algunas áreas donde su uso puede ser más limitado o menos apropiado. Podría decirle que las áreas médicas donde la IA es más utilizada son aquellas donde los datos son abundantes y los patrones pueden ser identificados, como por ejemplo la radiología, salud pública, laboratorio y la patología”, explicó.


En el país, según Eduardo existen aplicaciones médicas creadas por hondureños para asistir a los pacientes, pero en su gran mayoría están orientadas a la atención de pacientes en el sector privado.


Honduras Trascendental se enorgullece de publicar la entrevista de Eduardo Midence por su aporte a la salud pública del país.


En corto


¿Cuáles son sus pasatiempos?

Ir al cine, tomar café, leer poesía, escuchar música, leer biografías.


¿Qué música le gusta?

Música Pop, Rock, Rock en español, romántica y uno que otro reguetón.


¿Es usted feliz?

Rotunda y categóricamente sí.


¿Hubo cambios en la salud pública hondureña luego del COVID-19?

Si, la pandemia llevó a mejorar la vigilancia epidemiológica y la recopilación de datos precisos para monitorear la propagación de enfermedades y responder de manera adecuada. También destacó la necesidad de mejorar la infraestructura de salud pública en el país, especialmente en áreas rurales y marginadas.

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